La gobernadora Maru Campos le vuelve a tupir a Javier Corral, y es que lo calificó como “el gran simulador de Chihuahua”, y no se equivoca, pues durante su quinquenio se fabricó todo tipo de escenarios para cumplir sus caprichos y venganza personales.
Desde torturas, falsos testigos, hasta el dominio casi absoluto del Poder Judicial y del Poder Legislativo, interviniendo descaradamente en las decisiones de esos poderes que se supone, deberían ser autónomos.
La gobernadora tampoco se equivocó en vaticinar que su némesis político, podría retomar sus cobardes actitudes, y no dar la cara ante los chihuahuenses ni ante la faltonería que tuvo para todos, mucho menos ante las instituciones encargadas de la repartición de justicia.
“En su momento tendrá que responder ante las autoridades, si es que tiene el valor de dar la cara”, dijo Maru Campos, al subrayar con una sonrisa de satisfacción, que en el lomo Javier Corral pesan investigaciones por violencia política de género, por peculado, desvío de recursos, fraude y demás barbaridades que poco a poco han ido saliendo.
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Fernando Álvarez Monje, insiste en que no tiene nada que ver con el asunto de René Villarreal y el uso indiscriminado de las cuentas bancarias del Congreso del Estado, y hasta dice que, desde su posición como diputado, no se puede manipular «la feria».
Pero es que piensa que todo el mundo es idiota?, porque todos sabemos que, en la Dirección de Finanzas, no mueve un peso sin que sea autorizado por quien coordine la bancada con mayoría en la torre legislativa, y en la pasada legislatura, aunque Blanquita Gámez, era la presidente del Congreso, era Álvarez Monje quien tenía la última palabra.
El señor todavía pide que lo dejen concentrarse en los trabajos de la bonita dependencia que encabeza, es decir, la Coesvi, aunque de bonita no tiene nada, porque también ahí traen un desmadre de cuentas fantasma, carteras vencidas, predios extraviados y demás, aunque esto, hay que reconocerlo, fue una herencia de Carlos Borruel.
Coincide también que, hasta el momento, todos los involucrados en el batidero del Congreso y de la JMAS, son los panistas del grupo político cercano a Javier Corral, lo que significa que Gabo Díaz, Maru Campos, Mario Vázquez y César Jáuregui, en dado caso, Paco Navarro y Luis Serrato, puede estar tranquilos, pues sin problemas tienen a quien aventarle la pelota.
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La descomunicación entre el fiscal General del Estado, Roberto Fierro Duarte, y el secretario de Seguridad Pública Estatal, más que preocupante, resulta chusca y hasta absurda, y es que al tratarse de los dos máximos mandos en materia de seguridad en el estado, debería de ser impecable… pero no lo es!!!
Por fortuna para los chihuahuenses, esto no se ve reflejado en la operatividad de las corporaciones, y con esto no quiero decir que Chihuahua sea muy seguro, porque la realidad es que estamos viviendo una guerra entre los grupos del crimen organizado, que aterroriza toda la región serrana, norte y noroeste del estado, pero eso obedece a otro tipo de fenómenos sociales y delictivos.
De lo que no hay duda es que Roberto Fierro y Gilberto Loya, no se caen bien, pero son capaces de aventarse tierra uno al otro, y en aras de la imagen de la gobernadora, hasta flores se echan.
Este par no tiene arreglo, pero hay que agradecer a los mandos inmediatos, que el trabajo y la coordinación de la fiscalía y la policía estatal, sea menos peor que hace seis meses.
