En Turquía, un hombre descubrió la infidelidad de su esposa gracias a sus loros chismosos. Estas aves, que repetían incansablemente la frase “Mi marido no está en casa, ven”, revelaron el engaño de la mujer cuando su esposo no estaba en casa.
El hombre decidió llevar el caso a los tribunales al presentar el juicio de separación. Los loros, convertidos en testigos inusuales, acompañaron a su dueño al juzgado para ser parte crucial del proceso de divorcio.
Una fotografía viralizada en redes sociales muestra a los loros posando sobre la espalda de su dueño mientras se dirigían a la audiencia en el Palacio de Justicia de Estambul.
El abogado Ted Buckland, quien compartió inicialmente la historia, confirmó que los loros desempeñarán un papel relevante en el caso de su cliente. Según Buckland, su cliente descubrió la infidelidad al conectar los comportamientos de los loros con la sospechosa frase repetida.
Aunque la identidad de la pareja no se ha revelado, muchos se preguntan si un juez tomará en serio el testimonio de los loros y si este tendrá validez e impacto en el caso de divorcio.
Aunque no todos los loros con capaces de aprender a “hablar”, algunos tienen la asombrosa capacidad de repetir frases.
Los loros aprenden a repetir frases a través de un proceso de imitación y aprendizaje por asociación. Los loros son aves muy inteligentes, con una gran capacidad para imitar sonidos, sus cerebros están especialmente diseñados para procesar y reproducir el habla humana.
Cuando un loro escucha una frase repetidamente, comienza a memorizar los sonidos y la entonación. Con el tiempo, el loro puede reproducir la frase con una precisión sorprendente.
Con información de Debate
