Una reunión de seguridad celebrada en el Palacio de Gobierno, despertó una serie de rumores que apuntaban a una posible renuncia o destitución del secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez.
La situación comenzó como una broma que poco a poco escaló de nivel, hasta convertirse en un rumor que terminó con el jalón de orejas para varios empleados involucrados con la comunicación de la dependencia.
Pese a esto, Gilberto Loya Chávez salió de la reunión y sostuvo un segundo encuentro privado con Maru Campos y César Jáuregui, y aunque no se sabe qué temas abordaron, a Gil Loya se le vio salir muy sonriente de esa reunión.
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Lo que también se dio en el Palacio de Gobierno, fue la Mesa de Seguridad en donde participan autoridades de los tres órdenes de gobierno, y en donde se analizó el aumento en el número de homicidios registrados la primera semana de agosto, y que echaría por la borda los números alentadores arrojados en julio.
Se dice que Maru Campos giró instrucciones para que se fueran resolviendo algunos temas inmediatos, como el robo de unas camionetas de lujo a un grupo de turistas, esto ocurrido en la sierra, también se pidió desmantelar la banda que está generando violencia en esta ciudad y de pasadita, se vaya limpiando el tema de Nuevo Casas Grandes.
Es urgente que las cifras de violencia tomen una tendencia a la baja, pues no se puede pasar por alto que si bien, el Informe de Gobierno es hasta marzo, el próximo mes de septiembre se cumplen dos años de la nueva administración y es fundamental presentar cifras que abonen a su proyecto político.
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El presidente municipal Marco Bonilla Mendoza, se ha convertido en el vocero de la Fiscalía Zona Centro, y es que, ante el silenció repentino y tajante que guarda esa dependencia tras la llegada de Heliodoro Araiza, es el alcalde quien ha estado informando sobre las detenciones relevantes en esta ciudad.
Pese a que Marco Bonilla anuncia esas acciones como logros de los trabajos conjuntos de las autoridades, en ocasiones viola la presunción de inocencia y en la Fiscalía General del Estado no hayan cómo decirle que guarde silencio, pues en una de esas y les echa a perder los casos.
Claro, esto podría solucionarse si Heliodoro Araiza, tuviera un poco de apertura con los medios e informara a la ciudadanía de lo que pasa, en lugar de tratar de ocultar los hechos violentos que lastiman a Chihuahua.
