*La descoordinación social de Maru *Pésimo evento *El arzobispo duartista

Sigue la descomunicación social en Palacio de Gobierno, y es que, en un evidente acto absurdo, ilógico y de falta le visión y estrategia, la coordinadora de la Comunicación Social de Maru Campos, Adriana Ruiz, hizo y deshizo un semejante cochinero durante la agenda pública de la gobernadora para este martes.

Primero, le agendaron un evento en la colonia Sol de Oriente, casi llegando a San Guillermo, al sur de la ciudad, luego otro evento por la tarde, al norte de la ciudad de orilla a orilla, pero después programaron otro evento por la tarde-noche, nuevamente en el oriente de la Ciudad.

Ya no sólo la gente de los medios, sino que su propio equipo de trabajo se preguntó si Adriana Ruíz lo estaba haciendo a propósito, incluso en un intento por desaparecer al equipo de redes sociales y de pasadita a Nacho Dávila, a quien ve con ojos de peligro dentro de esa coordinación.

En el primer evento, el cual fue convocado a las 09:30 horas, pero justo a las 9:25, personal del Gobierno del Estado comenzó a montar las carpas, las sillas y el templete, es decir, convocan a una hora para empezar a otra; esto desató inconformidad y molestia entre los asistentes, hasta la gente de la Presidencia Municipal se encontraban bastante molestos por la descoordinación…

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Por cierto, la gobernadora María Eugenia Campos, simple y sencillamente, decidió no acudir a ese catastrófico evento, y dejó plantados no sólo al alcalde Marco Bonilla, quien tuvo que salir al quite y dar la cara a la gente, sino que a los clérigos que ella misma invito, entre ellos, al arzobispo Constancio Miranda.

También el diputado Carlos Olson San Vicente, fue dejado plantado, pero no importó tanto porque, ese y Maru, traen sus respectivas denuncias puestas ante la Fiscalía General del Estado, ella acusada de recibir moches, y él acusado de espionaje, hostigamiento, violencia política de género, y por operar parte del aparato persecutor de Javier Corral en contra de Maru.

A Carlos Olson, se le estaban quemando las manos cuando el arzobispo le entregó el agua bendita para que la detuviera, mientras que el alcalde, tenía que improvisar un discurso de colocación de la primera piedra, mismo que se supone, tuvo que haber dado Maru Campos.

En ese pésimo, pobre y lastimoso evento, tampoco pudieron faltar los llamados “whitexican”, que son el 99 por ciento de los panistas, y quienes en una gran falta de respeto y de humillación hacia el pueblo que los eligió, se estaban turnando para tomarse fotos con “los niños pobres”, quienes acompañaron a una comitiva representado la parroquia San José.

Los achichincles que acompañaron a los políticos de dicho evento, fueron quienes ocuparon todos los lugares, y sólo se pudo apreciar a una decena de ciudadanos habitantes del sector, pero eso sí, los «fresoncitos» que llegaron en los camionetones de lujo, fueron los primeros en tratar de tomarse la foto, estirarle la mano al alcalde, y luego hacerse los piadositos con la gente de la parroquia…asco de gente.

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El arzobispo Constancio Miranda Weckmann, poco a poco ha ido saliendo de las sombras, y aunque ha acudido a varios eventos que se supone que, deberían de ser laicos, ha lanzado una que otra oración para bendecir proyectos públicos.

Ahora se le puede ver muy tranquilo y hasta pareciera que está retomando su color, pues ya le urgía que Javier Corral se largara de la administración, porque le traía una perseguidera, acusándolo de pertenecer a la nómina secreta de César Duarte.

Hoy día, con una nueva administración, totalmente némesis del corralismo, el clérigo presume haber hecho oídos sordos antes las acusaciones del ex gobernador, sin embargo, no quiere explicar porque se escondió durante todo un año, cuando le sacaron sus trapitos al sol.