México.- La presidenta de la Comisión de Salud del Senado, Lilia Margarita Valdez Martínez, anunció que la aprobación de la Ley General de Cáncer será una prioridad en el actual periodo ordinario de sesiones. La iniciativa, lista desde hace seis meses, busca abordar de manera integral la problemática del cáncer en México.
La diputada reconoció la complejidad del tema debido a los costos asociados, pero afirmó que se buscarán todas las voluntades y esfuerzos necesarios para su pronta aprobación.
Además, destacó otros compromisos, como impulsar la prohibición de la venta de tabaco a menores y retirar los saborizantes de los cigarros, subrayando la importancia de políticas de salud pública y prevención.
Cáncer como problema de salud pública
En el contexto del anuncio, Leonardo Arana, representante de Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, subrayó la gravedad del cáncer como un problema de salud pública tanto en México como a nivel internacional.
Arana destacó la impactante cifra de más de 10 millones de fallecimientos registrados a nivel mundial en 2020, con el cáncer de mama, pulmón, colorrectal y próstata como los casos más comunes.
Resaltó que el costo elevado de los tratamientos afecta significativamente la calidad de atención de los pacientes y el esfuerzo de las familias por sostener y seguir los tratamientos, subrayando la necesidad de abordar este problema de manera integral.
Desigualdad en el tratamiento y propuestas de acción
Miryana Pérez Vela, de la Fundación de Alba, abogó por abordar la desigualdad en el tratamiento de pacientes con cáncer mediante acciones concretas.
Su propuesta incluye la educación a la población sobre la prevención del cáncer y el fortalecimiento de las habilidades y conocimientos de los profesionales de la salud.
Se sugiere mejorar la atención primaria en las comunidades, implementar programas y políticas públicas dirigidas a abordar los factores económicos y sociales que impactan negativamente en la salud de la población.
Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de aumentar los recursos tanto humanos como económicos destinados a la investigación del cáncer, incluyendo un seguimiento de la incidencia nacional para realizar inversiones más efectivas y la implementación de planes de prevención específicos para cada país, adaptados a sus propias necesidades y recursos.
