Conoce tres maneras infalibles de detectar a cualquier mentiroso al instante

Poder detectar la mentira es uno de los deseos más grandes de la humanidad, pues descubrir cuando alguien nos dice la verdad y cuándo en realidad nos está engañando podría ser una de las herramientas más útiles para la vida cotidiana.

En ese sentido, la ciencia ha confirmado que existen ciertos trucos que permiten detectar al instante cuándo nos están mintiendo. En su mayoría, están relacionados con un patrón común que siguen todas las personas que mienten y que les es casi imposible evitar.

Uno por uno: los trucos psicológicos que no fallan para detectar la mentira

Está comprobado que la mentira aumenta los niveles de estrés, de ansiedad y el sentimiento de culpa de quién no está siendo del todo sincero. Gracias a ello, existen señales corporales inconscientes que repiten cada vez que alguien no dice la verdad

  • Evitan tu mirada: suelen esquivar el contacto visual debido a la culpa que sienten por mentirte. Presta especial atención cuando los períodos de tiempo en los que mantienen la mirada fija en ti son irregulares.
  • Se mueven torpemente: el nerviosismo en sus movimientos es otra de las señales más claras. Algunas gesticulaciones comunes pueden ser juguetear con collares y anillos, llevarse las manos a la cara o rascarse los brazos.
  • Caras extrañas:  es común en los mentirosos fruncir la nariz o mover la boca de manera poco usual, si eso sucede puede ser una alerta de que alguien no está siendo sincero contigo.

Cómo hablan los mentirosos: una clave fundamental

Asimismo, quienes mienten tienen una manera muy particular de formular las oraciones, pues su elección tanto gramatical como de palabras puede darte la pauta de que su relato no es del todo cierto.

En primer lugar ninguna de sus historias tendrá detalles muy puntuales. No obstante, si lo hacen y sospechas que lo que te están contando no es cierto puedes pedir que te relaten la historia nuevamente y verificar las inconsistencias entre lo que te contaron la primera vez y lo que escuchaste la segunda.

Con información de El Cronista