Conoce los riesgos de la piedra de alumbre y si debes o no usarla

La piedra de alumbre, conocida por sus usos cosméticos en productos de cuidado personal, como desodorantes o astringentes para la piel, está hecha de alunita natural, que contiene aluminio y potasio. Aunque se utiliza comúnmente, existen riesgos para la salud relacionados con su aplicación.

La piedra de alumbre se usa en productos de cuidado personal, como cremas de afeitar, debido a su capacidad para prevenir infecciones cutáneas por afeitado y reducir la inflamación. También se emplea como astringente, ya que tiene propiedades antibacterianas y puede temporalmente reducir el tamaño de los poros de la piel. Además, se utiliza como desodorante cuando se humedece y aplica directamente en las axilas, ayudando a combatir las bacterias responsables del mal olor corporal.

Riesgos Asociados con su Uso

A pesar de sus beneficios cosméticos, el uso de la piedra de alumbre conlleva riesgos para la salud. Si entra en contacto con los ojos, puede causar irritación y, en casos graves, daños duraderos. En tales situaciones, se recomienda enjuagar ambos ojos con abundante agua a temperatura ambiente durante al menos 15 o 20 minutos.

Ingerir accidentalmente la piedra de alumbre puede resultar en una intoxicación leve, que podría manifestarse a través de síntomas como náuseas, vómitos o malestar estomacal, requiriendo atención médica.

Precauciones a Tener en Cuenta

Un estudio realizado en 2017 con 400 mujeres con cáncer de mama encontró altas concentraciones de aluminio en el tejido mamario de las participantes. Aunque no se ha llegado a conclusiones definitivas sobre si el aluminio presente en la piedra de alumbre utilizada en productos cosméticos, como desodorantes, puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, se sugiere que las personas con antecedentes de cáncer de mama eviten su uso hasta que se realicen más investigaciones.

Además, aquellos que experimenten una reacción alérgica grave al entrar en contacto con la piedra de alumbre deben evitar su uso. Los síntomas de alergia pueden incluir urticaria, hinchazón facial o de la boca, dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia cardíaca, piel húmeda, ansiedad o confusión, mareos, labios azules o blancos, desmayo o pérdida del conocimiento. En caso de experimentar estos síntomas, se recomienda buscar atención médica.