Georgia: Imputan a Donald Trump y otros 18 por intentar revertir elecciones del 2020

Donald J. Trump pidió a la Corte Suprema de EU interceder en el caso por obstrucción de las elecciones de 2020. (JUSTIN LANE/EFE)

Estados Unidos.- El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a una nueva acusación que agrega otro capítulo a su serie de problemas legales recientes. En esta ocasión, un gran jurado en el condado de Fulton, en Georgia, ha presentado cargos contra Trump y otras 18 personas, acusándolos de intentar revertir de manera ilegítima los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en ese estado.

Los fiscales que encabezan el caso alegan que Trump y sus coacusados se negaron a aceptar su derrota en Georgia y se unieron deliberadamente en una conspiración para cambiar ilegalmente el resultado de las elecciones a su favor. Esta acusación, la cuarta en apenas cuatro meses contra el exmandatario, incluye un total de 41 cargos, que van desde extorsión hasta conspiración y falsificación.

La base de la investigación se centra en una llamada telefónica que Trump hizo al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que se le pidió “encontrar” exactamente 11,780 votos, la cantidad necesaria para alterar el resultado en este estado crucial. Esta llamada desencadenó una controversia y críticas generalizadas en ese momento.

Entre los 41 cargos imputados a Donald Trump, los más destacados incluyen la violación de la Ley RICO (Ley Federal de Crimen Organizado) de Georgia, la solicitud de violación de un juramento por parte de un funcionario público, conspiración para cometer falsificación en primer grado y presentación de documentos falsos.

Además de Trump, figuras prominentes en su círculo también enfrentan cargos, como Rudy Giuliani, exabogado personal de Trump; Mark Meadows, exjefe de gabinete de la Casa Blanca; y Sidney Powell, abogada de la campaña de Trump, entre otros.

La respuesta de Donald Trump a esta nueva acusación no se hizo esperar. A través de la plataforma Truth Social, el exmandatario calificó los cargos como políticamente motivados y arremetió contra la fiscal encargada del caso, Fani Willis, acusándola de corrupción y tildando la situación como una “cacería de brujas”. Trump también cuestionó la sincronización de esta acusación, insinuando que estaba diseñada para afectar su posible participación en futuras contiendas electorales.

La imputación de Trump y sus colaboradores destaca la intensidad y complejidad de las luchas legales que rodean a uno de los líderes políticos más influyentes y controvertidos de la historia reciente de Estados Unidos. Mientras los procedimientos judiciales avanzan, el desenlace de este caso podría tener implicaciones significativas para el futuro político y legal de Donald Trump y su legado.