Vaya ridículo que hicieron en la gira de Adán Augusto López, lo arrastrados de Andrea Chávez, Marcelino Gómez, Carlos Borruel y Ariel Fernández, todos evidenciados como ratas del estado de Chihuahua.
Salieron a ensalzar al viejito que de plano, si no es por dedazo, la lleva perdida, pero el asco viene, porque todos le han fallado a Chihuahua pero piensan que por pintarse de la Cuarta Transformación, se pueden limpiar y recibir indulgencias.
¿Con qué cara sale Marcelino a hablar de transparencia? Él mismo se ha encargado de dirigir el robo de las becas de los adultos mayores; Borruel y su familia han pisoteado a Chihuahua a costa del Poder; Andrea ha puesto a su familia a viajar en aviones de la Sedena y Ariel se apoderó de Aquiles Serdán con su séquito de malandros.
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Del lado del PAN, las cosas no brillan mejor, pues tan sólo el sábado, Maru Campos pospuso su programa Aquí con la Gober, es decir, la mañanera, porque sabe que no le va alcanzar.
Esto deja mucho qué ver del desmadre que la gobernadora tiene en su equipo, porque a estas alturas del partido, cada quien anda bateando para su lado y nomás no han logrado hacer equipo.
Muchos se lo atribuyen al fenómeno Sonora, comandado por Luis Serrato, quien se ha encargado de dividir el equipo de la gobernadora a costillas de la pugna por el power de la entidad, sin importar todo lo que le pueda afectar a Maru Campos.
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Mientras Chihuahua se hunde en la violencia de los cárteles de la droga, otros peores utilizan la frase “a río revuelto” y desatan su violencia feminicida.
Esto se da dentro de un escenario en donde el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, no mueve un dedo por el desorden que dejó Neyra Regalado, a lo que se suma la indiferencia de Wendy Chávez y su fiscalía de la mujer.
Tétrico el panorama de Chihuahua para las mujeres, en donde se dice que tienen una gobernadora que vela por sus mujeres, pero que su equipo definitivamente no hace nada para protegerlas.
Ojalá y se en esta semana e muevan las fichas para que las mujeres puedan tener servidores públicos que hagan valer las legislaciones y por fin, en este estado las chihuahuenses puedan caminar tranquilas sin temor a ser violentadas ante la mirada indiferente de las autoridades.
