Aunque Juan Carlos Loera de la Rosa asegure que “borrón y cuenta nueva” con la gobernadora Maru Campos, es evidente que el resentimiento y el coraje por la goliza que le puso el pasado 6 de junio, sigue ardiendo hasta lo más profundo de su corazón, lo que se puede ver con claridad en su semblante cuando pisa el Palacio de Gobierno, ese que alguna vez pensó que podría gobernar desde ahí.
Como delegado en Chihuahua de los programas del Bienestar, es decir, representante en la entidad de su padrino López Obrador, fue como arribó al Palacio, cabizbajo, con el semblante caído y la mirada al piso, fue como hizo presencia este señor.
Posterior a la reunión del Comité Estatal de Salud y de la Mesa de Seguridad, Loera atendió a los medios de comunicación, a quienes ofreció una serie de respuestas ambiguas, vagas y sin pies ni cabeza… “pobre hombre”, dijeron los reporteros que ahí se encontraban reunidos.
Por lo pronto va a seguir organizado protestas cada que tenga la Gobernandora evento en Juaritos, ahí se ve que no hay borrón y cuenta nueva…
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Buena la hicieron los panistas, mandando la propuesta de Morena de reducir los sueldos de los diputados, la mandaron a la comisión de Presupuesto y Hacienda, la cual preside Luis Aguilar y que por cierto, aún no ha sido instalada formalmente.
Obviamente los fifís del Congreso del Estado, no quieren que les quiten ni un centavo de sus exorbitantes sueldos, y aunque en este espacio somos muy críticos de Morena, en esta ocasión sí les damos la razón.
Los panistas pidieron que el tema no sea discutido hasta que se analice la propuesta de austeridad que emitirá la Gobernadora Maru Campos, en la que se supone que deben incluir la reducción salarial a los servidores públicos.
Claro, los diputados panistas saben que para ellos el golpe viene muy leve, y como es típico de ellos, “que el sacrificio lo hagan otros”.
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Habrá que decirle a Marco Bonilla que le dé celeridad al cambio del personal tanto en la Dirección de Seguridad Pública Municipal, como a la de Protección Civil, para que sus nuevos titulares nombren a la gente que los acompañará en materia de comunicación.
Y es que la queja constante ahora es que, los que ya estaban, como ya van de salida, no quieren atender y sólo se hacen patos, porque están a la espera de un rayito de luz que les permita seguir en sus puestos, lo que para la mayoría, no llegará.
No está demás que les recuerden que son servidores públicos hasta que dejen el cargo, y no sólo porque van de salida deben fingir demencia en sus cargos, pues durante el tiempo que han durado, no han fingido demencia a la hora de cobrar… “Alcalde, ahí se la dejamos al costo”.
