Mono controla brazo robótico con su mente a través de chip cerebral

Investigadores de China crearon un chip cerebral que permite a un mono controlar con su mente un brazo robótico. La primera prueba se realizó el pasado 4 de mayo, cuando el brazo robótico fue dirigido por el primate con éxito en Beijing.

La tecnología de interfaz cerebro-computadora puede convertir las señales de EEG en instrucciones de control, lo que ayuda a los pacientes con disfunción motora (como accidente cerebrovascular) a interactuar con dispositivos externos y mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, durante la investigación, científicos descubrieron que la interfaz invasiva cerebro-computadora es traumática. Por ejemplo, muchos monos de la prueba murieron, ya que las interfaces de la computadora son susceptibles a los efectos del conductor del volumen cerebral.

Además, la interfaz intervencionista cerebro-computadora conecta el sensor de EEG a la pared de los vasos cerebrales de los monos y puede recolectar señales de EEG intracraneales sin craneotomía.

El ensayo fue dirigido por el equipo del profesor Duan Feng de la Universidad de Nankai y completado conjuntamente con el Hospital General del Ejército Popular de Liberación de China (Hospital 301) y Shanghai Xinwei Medical Technology Co., Ltd.

¿Qué tipo de monos se utilizan para realizar investigaciones?

China comenzó a criar monos Cynomolgus, también conocidos como macacos de cola larga, para la investigación científica en 1985, y las exportaciones comenzaron cinco años después. Durante años, el costo comparativamente más bajo de criar monos en China ayudó a que la nación se convirtiera en la mayor exportadora de macacos criados en cautiverio para fines científicos.

Pero a partir de 2013, el Ministerio chino de Silvicultura, responsable de regular el comercio de primates, estableció que la demanda de los institutos de investigación nacionales y las empresas farmacéuticas locales tendrían prioridad sobre las exportaciones. Con todo, había suficientes animales para cubrir la demanda mundial, pero luego llegó el COVID.

Y aunque la prohibición inicial de Beijing surgió de las preocupaciones por el contagio, algunos sospechan que la continuada restricción puede tener que ver más con la geopolítica y el interés del presidente Xi Jinping en desarrollar la industria farmacéutica doméstica.

“La investigación biomédica se encuentra ahora en una posición en la que hay un trío de superpotencias mundiales, Estados Unidos, China y Europa, todas compitiendo por los mismos recursos”, explica Matthew Bailey, presidente de la Asociación Nacional para la Investigación Biomédica en Washington.

Antes de la pandemia, alrededor del 60 por ciento de los 30 mil monos importados a Estados Unidos procedían de China, detalla, y la suspensión de las exportaciones “creó una increíble incertidumbre sobre la cadena de suministro”.

Con información de El Financiero