Washington.- La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) planea implementar medidas para reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, lo que podría marcar un cambio histórico en la política federal de drogas. Según fuentes cercanas al proceso, la propuesta movería a la marihuana de la Lista I, donde se agrupa con drogas altamente peligrosas como la heroína y el LSD, al Anexo III, junto con sustancias como la ketamina y ciertos esteroides anabólicos.
Este cambio podría tener un efecto dominó en todo el país y sugiere un reconocimiento formal del potencial medicinal del cannabis, así como del menor riesgo de abuso en comparación con otras sustancias de la Lista I. Sin embargo, la reclasificación no implicaría la legalización del uso recreativo de la marihuana y requeriría la revisión y aprobación por parte de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca.
Un Proceso Histórico
La propuesta de la DEA sigue la recomendación del Departamento Federal de Salud y Servicios Humanos y surgió después de que el presidente Joe Biden solicitara una revisión de la ley federal sobre la marihuana en octubre de 2022. Esta iniciativa también busca revertir años de política antidrogas restrictiva y, como parte de ello, Biden emitió un perdón a miles de estadounidenses condenados a nivel federal por posesión de marihuana.
El cambio propuesto significaría un giro importante para la DEA, que por más de 50 años ha clasificado a la marihuana junto con algunas de las drogas más peligrosas y adictivas. Si la OMB aprueba la propuesta, la DEA abrirá un periodo para comentarios públicos antes de emitir la regla final. Un juez administrativo supervisará el proceso, que podría llevar varios meses antes de su implementación definitiva.
Implicaciones Políticas y Sociales
La reclasificación de la marihuana podría tener implicaciones políticas significativas para el presidente Biden, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Al aliviar restricciones relacionadas con el cannabis, la medida podría ganar el apoyo de votantes jóvenes y progresistas que abogan por la despenalización y regulación de la marihuana.
El cambio en la política federal también refleja la evolución de las leyes estatales sobre la marihuana. En la actualidad, 38 estados han legalizado la marihuana para uso medicinal y 24 para uso recreativo, lo que ha contribuido al rápido crecimiento de la industria del cannabis, con un valor estimado de casi 30 mil millones de dólares.
Reacciones y Preocupaciones
Aunque la propuesta de la DEA ha recibido el respaldo de varios legisladores, incluida una carta enviada por 21 demócratas, liderados por el senador Chuck Schumer, pidiendo la eliminación de la marihuana de la lista de sustancias controladas, algunos críticos expresan su preocupación. Jack Riley, ex administrador adjunto de la DEA, advirtió que la marihuana podría seguir siendo una “droga de entrada” hacia sustancias más peligrosas.
Otros críticos señalan que las drogas en la Lista III todavía están sujetas a regulaciones y que el tráfico sin autorización puede resultar en procesos penales federales. No obstante, la reclasificación podría facilitar la investigación clínica sobre la marihuana y reducir la carga fiscal para las empresas del sector.
En última instancia, el anuncio de la DEA podría ser un primer paso para armonizar la política federal con la realidad de la despenalización en muchos estados y abordar los problemas de equidad y justicia social que han surgido del enfoque tradicional sobre la marihuana. A medida que avanza el proceso, el país estará observando de cerca el impacto que estas medidas tendrán en la sociedad, la economía y la cultura.
