*Marcha por la democracia *Pedro Villalobos *Motín en el Hospital de salud Mental

La Marcha Por Nuestra Democracia resultó bastante nutrida, lo que ha despertado cierta preocupación entre los morenistas, pues fueron por lo menos 15mil las personas que se congregaron en la Plaza del Ángel y que están inconformes con las acciones arbitrarias y autoritarias que ha tomado López Obrador.

En la manifestación celebrada a Nivel Nacional, se movilizaron panistas, priistas, perredistas, lo que mantuvo sin cuidado a los guindas, pero la preocupación radicó en la presencia de los líderes de las cámaras empresariales y de organizaciones de la sociedad civil con mucho peso en los diferentes sectores sociales.

El mensaje fue claro y contundente, y es que no van a permitir que lo caprichos del presidente Obrador, acaben con las instituciones que tanto han costado a los ciudadanos, aunque se sabe que las propuesta de AMLO van encaminadas a ser rechazadas en San Lázaro, pero servirán como mensaje engañoso para la campaña de Sheinbaum.

**

Tras la declinación de Otto Valles por la candidatura a la Presidencia Municipal de Parral, surgió un nuevo galló para Morena, se trata del empresario Pedro Villalobos a quien se le conoce como un impulsor del comercio local.

Dicen los que saben, que el empresario anda tejiendo fino para poder destaparse con fuerza y perfilarse para arrasar la elección desde antes de que comience.

Para esto, estaría aprovechándose del pobre desempeño que ha tenido César Peña y de lo quemado que está El Caballo Lozoya, quien, junto a Francisco Sánchez, se encargaron de quedarle mal a todo aquel que en su momento apoyó a Movimiento Ciudadano, sobre todo en Hidalgo del Parral.

**

El motín del Hospital de Salud Mental vulgarmente conocido como “La Casa de la Risa”, ha puesto en evidencia los maltratos y abusos a los que los internos son sometidos diariamente, sin que nadie los escuche, pues a fin de cuentas son tratados como “locos”.

La noche del domingo un grupo de casi 30 personas en tratamiento, se tomaron el área de la cocina, pues denunciaron que en ocasiones les proporcionan alimentos en mal estado, raciones incompletas o les condicionan algunos derechos que por ley les corresponden.

Los internos aprovecharon un descuido para amotinarse en la cocina, tomando como rehenes a personal de ese centro de salud mental.

Como ya es costumbre, se prohibió llamar al 911 y se intentó resolver la bronca en total secrecía y por debajo del agua, por lo que se avisó directamente a mandos de la FGE quienes enviaron a sus agentes para resolver la situación.

No estaría mal que Néstor Armendáriz y personal de la CEDH se den la vuelta al manicomio y que por lo menos hagan un mínimo esfuerzo por escuchar a los internos y no sólo tratarlos de locos.