Canadá.- Un equipo de investigadores del Zoológico de Toronto ha realizado un fascinante hallazgo sobre el dragón de Komodo, el lagarto más grande del mundo.
Al examinar la dentición y la mandíbula de ejemplares adultos, descubrieron que los dientes son sorprendentemente similares a los de los dinosaurios terópodos, con bordes cortantes dentados y una fuerte curvatura.
Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la morfología única del dragón de Komodo, sino que también lo posiciona como un “organismo modelo vivo ideal” para estudios sobre la historia de vida y las estrategias alimenticias de los dinosaurios terópodos extintos.
Reemplazo Rápido de Dientes: Característica Única del Dragón de Komodo
El dragón de Komodo, endémico de algunas islas de Indonesia central, reemplaza continuamente sus dientes a lo largo de su vida. Los científicos observaron que mantiene hasta cinco dientes de reemplazo por posición en sus mandíbulas, una característica única entre los reptiles depredadores.
Lo más sorprendente fue que el proceso de fabricación de nuevos dientes en cada posición se realiza cada 40 días, en comparación con los tres meses o incluso un año en la mayoría de los demás reptiles conocidos, incluidos la mayoría de los dinosaurios terópodos.
Este rápido reemplazo explica la frecuente caída de dientes en el recinto del dragón de Komodo y su capacidad para sustituir rápidamente los dientes rotos durante la caza o descarnado de presas.
Correlación con el Comportamiento Alimentario: Dientes y Evolución
El estudio no solo revela la sorprendente rapidez en el reemplazo de los dientes del dragón de Komodo, sino que también destaca una correlación interesante entre los dientes y el comportamiento alimentario de estos animales.
Las crías y los juveniles tienen dientes más delicados, adecuados para alimentarse principalmente de insectos y pequeños vertebrados en los árboles.
A medida que crecen y alcanzan el tamaño adulto, sus dientes experimentan un cambio drástico de forma, permitiéndoles descender de los árboles y convertirse en superdepredadores capaces de atacar y matar cualquier presa en su entorno.
La morfología dental, incluida la ausencia o pequeñez de los dientes frontales en adultos, se correlaciona con el uso de una lengua delgada y bifurcada, similar a la de una serpiente, para buscar presas sin abrir la boca. Este descubrimiento ofrece una fascinante visión de la evolución y adaptación única del dragón de Komodo.
