México.- El juez a cargo del primer juicio por espionaje con la tecnología Pegasus en México absolvió al único acusado, Juan Carlos García Rivera. Sin embargo, el magistrado reconoció que la periodista Carmen Aristegui fue espiada, solicitando a la fiscalía continuar investigando el tema.
A pesar de la absolución, se destaca que “se confirma lo importante, y es que el espionaje ocurrió en contra de Carmen y que se debe investigar de manera exhaustiva”, según Leopoldo Maldonado, asesor jurídico de Aristegui.
Reconocimiento a la Vulnerabilidad Periodística: Un Caso que Destaca la Necesidad de Protección
El magistrado, en su fallo, también destacó “la vulnerabilidad del sector periodístico ante las agresiones, particularmente ante esta”.
A pesar de la resolución, Aristegui, firme en su postura, expresó que el proceso dejó claro que fue espiada por su trabajo periodístico, y que las pesquisas deben continuar.
Este caso representa un hito en la lucha por la protección de los periodistas y la libertad de prensa, subrayando los riesgos que enfrentan en el ejercicio de su labor.
El Entramado de Pegasus: Un Programa Controversial que Trasciende Gobiernos
Pegasus, un programa espía desarrollado por la empresa israelí NSO Group, se infiltró en los teléfonos celulares en México y otros países.
Aunque la tecnología estaba destinada a rastrear a presuntos criminales y solo podía venderse a agencias gubernamentales, se demostró su uso en más de 50 mil personas, incluidos defensores de derechos humanos y periodistas.
El testimonio de un testigo protegido reveló que el espionaje con Pegasus en México estaba vinculado al expresidente Enrique Peña Nieto, su secretario de Gobernación y el extitular del CISEN.
Denuncias Actuales: Pegasus Persiste en el Gobierno de AMLO
Aunque el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador localizó contratos vinculados a Pegasus de administraciones anteriores, organizaciones como Artículo 19 y R3D denuncian que el programa continúa utilizándose en el gobierno actual contra defensores y periodistas. Además, señalan la falta de claridad en la adquisición de un “sistema de monitoreo remoto de información” por parte de la Sedena a una empresa relacionada con el distribuidor de NSO en México.
El caso de Aristegui, aunque sin un culpable específico, sigue arrojando luz sobre la necesidad de abordar el espionaje gubernamental de manera integral.
Con información de El Financiero
