Muere a los 91 años el pintor Fernando Botero; el artista colombiano más universal

El mundo del arte lamenta la pérdida del ilustre pintor, escultor y dibujante colombiano Fernando Botero, quien ha fallecido a los 91 años en su casa en Mónaco, mientras se recuperaba de una reciente neumonía. Botero, famoso por sus figuras voluminosas y rotundas, dejó una huella imborrable en el panorama artístico internacional.

Nacido en Medellín en 1932, Botero se destacó como autodidacta en el mundo del arte. Su estilo único, caracterizado por figuras voluptuosas y colores luminosos, lo convirtió en uno de los artistas más reconocidos y populares del mundo. A lo largo de su carrera, dedicó más de setenta años a su obra, abarcando esculturas, óleos, pasteles, acuarelas y dibujos.

Una Carrera Marcada por la Persistencia

El camino artístico de Botero no fue exento de desafíos. Comenzó como ilustrador para el periódico “El Colombiano” a fines de los años cuarenta y, desde entonces, forjó su camino como heredero de Piero della Francesca. A los 25 años, creó el boceto de una mandolina que anticipaba su distintivo sentido de la monumentalidad.

En la década de los sesenta, Botero llegó a Nueva York con solo 200 dólares en el bolsillo. Durante estos años difíciles, llegó a tener solo 27 dólares en su cuenta de ahorros. Su estilo, opuesto a las tendencias predominantes del arte abstracto, el expresionismo abstracto y el pop art, lo llevó a sentirse incomprendido. Sin embargo, perseveró y consolidó su propio camino artístico.

Dolorosa Tragedia y Recuerdo a Colombia

En los años setenta, se trasladó a París, donde enfrentó la tragedia personal de perder a su hijo de 4 años en un accidente de camión y sufrió una lesión en su mano derecha. A pesar de las dificultades, creó una serie de obras que homenajean a su hijo Pedro y mantuvo su conexión con Colombia a lo largo de su carrera.

Botero sostenía la creencia de que el arte, cuanto más local, es más universal. En el inicio del siglo XXI, donó su colección de arte a Colombia, una de las decisiones más importantes de su vida. Su obra no solo reflejó su mundo artístico sino también sus recuerdos de la Medellín de los años 30 y 40.

Compromiso con la Paz y la Memoria

El artista también fue testigo de la transformación de Medellín y el terror del narcoterrorismo en el siglo pasado. Tras un atentado que destruyó una de sus obras en la ciudad, decidió no reconstruirla, dejando la escultura como un testimonio desfigurado de la violencia y creando otra en homenaje a la paz.

La obra y legado de Fernando Botero continuarán dejando una huella imborrable en el mundo del arte y la cultura. Su capacidad de fusionar lo dramático con lo placentero y su estilo inconfundible seguirán siendo fuente de inspiración para generaciones futuras.