Fracasa rotundamente record Guinness de la carne asada en Chihuahua

Por Samuel Sinaloa

Chihuahua.- Desde temprana hora de este sábado, en el Campus II de la Uach, se llevó a cabo el evento de lo que se pretendía rompería un Récord Guinness por la carne asada más grande del mundo, cometido que no pudo llevarse a cabo.

El evento organizado por la Universidad Autónoma de Chihuahua, pretendía arrebatar el título de campeón con este récord al estado de Sonora, no obstante, la pésima organización repercutió en la cancelación temprana de la celebración sin que se cumpliera el cometido y ante la inconformidad de los asistentes.

Con una aportación de 1800 pesos por equipo de tres personas, se ofreció a los participantes un kit o paquete que consistía en un kilo de carne, salchichas para asar, tres mandiles y un asador oficial. Para recibir su paquete, los asistentes debían llegar a más tardar a las 13:00 horas, tiempo en el que presuntamente se registraría la asistencia oficial y comenzaría el evento.

Flyer promocional del evento del Récord Guinness de la carne asada más grande del mundo en Chihuahua.

No obstante, los participantes tuvieron que esperar hasta las 17:30 horas hasta que se llevó a cabo la repartición de la carne, ello sin mencionar que los asadores oficiales, no contaban con el número total de los 800 participantes minimos que debían registrarse para romper el récord. Además, el lugar no contaba con espacios para lavado de manos y se les impedía a los presentes ingresar con su propia agua.

No se entregó la carne a los participantes hasta luego de más de cinco horas de espera. Foto: Samuel Sinaloa. Noticias Chihuahua

Las horas transcurrieron bajo los intensos rayos del sol y con una temperatura por encima de los 30 grados sin que se avisará siquiera la presencia de algún líder o representante del evento.

Mientras al fondo, la música en vivo que se había también anunciado, fue cancelada abruptamente.

Automovilistas invadieron el carril lateral del circuito universitario ante el cierre de los estacionamientos. Foto: Samuel Sinaloa. Noticias Chihuahua

Llegadas casi las seis de la tarde, es decir casi cinco horas bajo las inclemencias del tiempo, llegó por fin el ansiado momento en que se repartiera la carne, la cual además de tarde, fue entregada desde una camioneta de Autotokio, los asistentes debieron aguardar aún casi media hora más en espera de que se les hiciera entrega del paquete de salchichas para asar, cosa que jamás ocurrió… Incumpliendo con esto a lo ofrecido por los organizadores. Así mismo, los mandiles oficiales que se entregaron al rededor de las 18:00 horas, a decir de los presentes, eran de hecho inútiles para cumplir con su función debido a la pésima calidad del material con el que estaban fabricados.

No se entregaron completos los paquetes adquiridos por los participantes. Foto Samuel Sinaloa. Noticias Chihuahua

Por otro lado, aunque el evento fue anunciado por la Uach, los lugares de estacionamiento asignados para el “récord” se abarrotaron desde temprana hora, por lo que cientos de asistentes se vieron en la necesidad de invadir carriles o acomodarse en espacios no permitidos, sin mencionar que algunos inclusive tuvieron que optar por aparcar en las laterales del Circuito Universitario.

Debido a la falta de espacios para aparcar, los asistentes optaron por invadir carriles. FOTO: Samuel Sinaloa. Noticias Chihuahua

Esto dejó entrever por demás la falta de planeacion de los organizadores que ya desde el principio se avistaba, pues cabe señalar que pese a que había lugares de sobra en los estacionamientos de la Uach, estos se mantuvieron cerrados al público, lo que habría originado el caos vial.

Al fondo de esta imagen, se aprecia un amplio estacionamiento desocupado, ya que permaneció cerrado al público. Foto: Samuel Sinaloa. Noticias Chihuahua

Finalmente, luego de todas estas molestias, se avisó, no de manera oficial a los asistentes, sino de boca en boca, que el evento había sido un fracaso, por lo que podrían retirarse por fin a sus casas. Pero aquí es donde otra desagradable sorpresa laceró a los ya de por si molestos asistentes, pues ya con asador en mano, a las puertas del fallido evento de récord Guinness, se les informó que no podían abandonar el lugar con su asador que por derecho ya habían adquirido, sino hasta que se les informará a los agentes que ya tenían permiso.

Finalmente, tras varios minutos de insistencia, se dio la orden y los asistentes pudieron concluir la nefasta odisea de la que no fue la carne asada más grande del mundo, aunque quizás si la peor organizada.