Experto revela cómo fueron los últimos segundos de vida de los tripulantes del Titán

  • Los tripulantes del submarino sabían que iban a morir

Estados Unidos.- El submarino Titán, operado por la compañía OceanGate, se sumergió en el Atlántico Norte con el propósito de explorar los restos del Titanic. No obstante, durante la inmersión, el Titán perdió contacto con la nave nodriza y se escucharon sonidos extraños que se creía provenían de los tripulantes.

Días después, se confirmó que los sonidos eran, en realidad, la implosión del submarino, en la cual perdieron la vida los cinco pasajeros a bordo, incluido el CEO de OceanGate, Stockton Rush. Las investigaciones sobre las causas del accidente están en curso.

Un ingeniero presenta su hipótesis sobre el trágico destino de los pasajeros del submarino

Según José Luis Martín, ingeniero y experto en submarinos, es posible que los pasajeros del Titán se hayan dado cuenta de lo que estaba por ocurrir en los últimos 48 segundos previos a la implosión. Martín llevó a cabo una reconstrucción de los hechos y llegó a la conclusión de que el submarino se habría hundido de forma vertical y sin control a una profundidad de al menos 900 metros. Esto habría provocado terror en los tripulantes, quienes posiblemente sabían que iban a fallecer.

Según las indagatorias, se describe que el submarino Titán empleó aproximadamente 71 segundos en su descenso en el Atlántico Norte. 

Durante ese intervalo, los ocupantes del Titán habrían estado plenamente conscientes del descenso, amontonados unos encima de otros y envueltos en una total oscuridad.

De acuerdo con la hipótesis del ingeniero, la cápsula del submarino sufrió una falla eléctrica que la obligó a cambiar de posición, lo que resultó en la pérdida de motor y propulsión, y fue en ese momento cuando se perdió la comunicación.

La posición vertical del Titán habría cambiado debido al peso combinado de los pasajeros, que ascendía a 400 kilos. Esto resultó en una situación en la que los tripulantes quedaron amontonados unos encima de otros. Además, se menciona que el piloto no pudo activar la palanca de emergencia ni maniobrar con los elementos de control y seguridad.

Las conclusiones indican que, al descender a las profundidades del océano, el resistente casco del Titán experimentó un repentino aumento de presión, lo que disminuyó el empuje y aumentó el peso de la nave.