Una madre y su pareja son declarados culpables de la muerte de Alfie Steele, un niño de nueve años, luego de sufrir meses de abusos en su hogar. El terrible desenlace ocurrió en febrero de 2021, cuando el cuerpo de Alfie fue encontrado sin vida en el baño de su casa. Las investigaciones revelaron que el pequeño presentaba más de 50 heridas. Los hechos se registraron en Droitwich, Worcestershire, Inglaterra.
El responsable del asesinato, Dirk Howell, de 41 años, fue hallado culpable por el asesinato del niño, mientras que su madre, Carla Scott, fue condenada por homicidio involuntario.
Aunque Scott fue absuelta del cargo de asesinato, el juez les advirtió que nunca más formarían parte de un jurado. Tras escuchar detalladamente los horrores que Alfie había vivido en los últimos meses, el jurado deliberó durante 10 horas antes de llegar a los veredictos.
Según se reveló en el juicio celebrado en el Tribunal de la Corona de Coventry, Alfie fue sometido a un régimen cruel de disciplina que incluía palizas y sumergirlo de cabeza en baños fríos. Los vecinos, quienes conocían la situación y habían realizado múltiples llamadas a la policía tras escuchar gritos y llantos tanto dentro como fuera de la casa familiar, intentaron salvar al niño. Sin embargo, lamentablemente, llegaron tarde y Alfie fue encontrado sin vida.
La revisión de protección se llevará a cabo para evaluar si se pudo haber hecho más para salvar a Alfie. Esta tragedia ha dejado a la familia y a la comunidad con un profundo dolor.
El abuelo de Alfie, Paul Scott, visiblemente angustiado, emitió una declaración frente a los periodistas fuera del tribunal, expresando la inmensa tristeza que sienten y la sensación de vacío que la pérdida del niño ha dejado en sus vidas. Además, destacó el hecho de que nunca podrán volver a abrazarlo y verlo crecer.
El incidente ocurrió el 18 de febrero de 2021, cuando los servicios de emergencia acudieron a la casa en Vashon Drive, pero no lograron reanimar a Alfie, quien fue declarado muerto en la escena.
Aunque la causa exacta de su fallecimiento no pudo ser determinada, la evidencia apunta fuertemente a que murió después de ser sumergido en agua helada. A pesar de las afirmaciones de Scott de que el niño se había quedado dormido mientras disfrutaba de un baño tibio, sus heridas y la baja temperatura corporal contradicen esta versión.
Durante el juicio se reveló que el régimen disciplinario impuesto por Scott y Howell se intensificó durante el año 2020, cuando el país estaba bajo restricciones debido a la pandemia de Covid-19.
Los vecinos habían escuchado los gritos de Alfie mientras era sometido a baños fríos y habían presenciado escenas en las que permanecía de pie en el jardín durante la noche, recibiendo reprimendas de Howell. Aunque Scott negó repetidamente su participación en los abusos, fue condenada por crueldad infantil además de homicidio involuntario.
El detective inspector Leighton Harding describió el trato al que fue sometido el niño como el más horrible que se pueda imaginar y destacó que Alfie merecía amor incondicional y protección, algo que le fue negado cruelmente. Aunque el caso no fue remitido a la Oficina Independiente de Conducta Policial, se espera que se realice una revisión para analizar las lecciones que se puedan extraer de esta tragedia y mejorar los sistemas de protección infantil.
Con información de Debate
