La diputada con licencia Georgina Bujanda, quien funge actualmente como secretaria general de la UACc, está a punto de meterse en una grilla en la que a todas luces saldrá derrotada, pues ha comenzado a bronquearse con la mano que le da de comer, el rector Luis Rivera Campos, nada más y nada menos, que el primo de su gran amiga Maru Campos.
El asunto podría quedarse en una simple rabieta de alguna de las partes, el problema es que Geo Bujanda ya tiene varios antecedentes de rabietas, altanería y arranques, que la han hecho irse quedando sin colaboradores, lo que ha llegado a oídos de su mecenas la gobernadora.
Bujanda debería tener más cuidado, y es que sus aires de grandeza se pueden ver en las actitudes que toma en cada evento en el que se para, es más, sólo echarle un ojo a lo que publica en redes. Claro ejemplo es el de su participación en la toma de protesta de la Canaco, en donde felicitó a Omar Armendáriz, pero adjuntó una aburrida serie de fotos de ella misma junto a Maru, Bonilla, y demás panistas.
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Otra vez se registra un altercado en la sala de prensa del Palacio de Gobierno, y es que, ahora fue un trabajador de intendencia, quien se puso agresivo con uno de los compañeros periodistas que a diario acuden a ese lugar para desarrollar su chamba y dar cobertura a las actividades de la gobernadora Maru Campos.
El bochornoso momento en donde tuvo que intervenir un guardia de seguridad, se dio justo en las puertas del sanitario, en donde uno de los periodistas presentaba la urgencia de entrar a orinar al baño que estaba recién trapeado.
Esto despertó la ira del empleado de limpieza, que de inmediato lo abordó y le reclamo por atender a tiempo sus necesidades fisiológicas, por lo que el periodista se limitó a explicarle que el asunto era urgente y le pidió una disculpa por no poder esperar para más tarde.
El trabajador de inmediato amenazó con reportarlo -no se sabe ante quién, puesto que el periodista labora para un periódico digital y no para Gobierno del Estado-, e insistió con los reclamos, para finalmente hablarle a un guardia de seguridad, quien intervino para enfriarle la sangre al enardecido joven.
Por cierto, se desconoce el nombre del sujeto de estatura mediana, tez morena y que utiliza anteojos, pero al indagar entre la gente, resultaría el mismo empleado al que muchos reporteros han acusado entre sí, de ser quien les arruina de manera intenciones sus enlaces, entrevistas o grabaciones cuando estas las realizan en el patio central del Palacio.
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¿Alguien dijo ridículo? Cuestionan el alcalde de Parral, César Peña, quien al estilo el viejo PRI, emitió un comunicado con la entrega de apoyos en algunas colonias marginada de ese municipio.
Hasta ahí todo iba normal, pero a César Peña se le ocurrió que sería buena idea, enviar fotografías de él mismo entregando despensas -aceptable- y hasta levantando material y trabajando junto a quienes de verdad realizan el trabajo.
Dicen que las primeras en respingar, fueron las personas que trabajan muy de cerca con el alcalde y hasta en su propia casa, pues sentenciaron que don César Peña de plano no levanta ni un popote, pero ¿qué tal para fingirse albañil?
No extraña mucho que lleve los mismos pasos de Alfredo “El Caballo” Lozoya, su patrocinador, mayor impulsor y mandamás…
