Para los que no creían que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no podría ser más cínico e indolente con las tragedias, pues ha dado la nueva sorpresa.
Todo mundo esperaba que dentro de su locura y la brutalidad con que ocurrieron las cosas el pasado lunes en el Instituto Nacional de Migración, López Obrador cancelaría su visita programada para Ciudad Juárez.
Pues no será así, Andrés Manuel López Obrador sí visita la Heroica Ciudad Juárez, sin embargo, ya avisó que será en evento privado, sin atención a medios de comunicación y sin un acercamiento de cualquier tipo con los grupos de migrantes.
Seguramente por Ciudad Juárez veremos a los lamebotas de siempre, asomando la cabeza para que su presidente les acaricie la cabeza, dando muestras de que la gente es lo último que les importa.
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Los migrantes que permanecen en un plantón a las afueras del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, enfurecieron con lo que hicieron Marcelo Ebrard y Alejandro Gertz Manero, pues estos fríos y desalmados, nunca llegaron a la zona del incidente, pero sí la sobrevolaron en helicóptero.
Así de cobardes, nadie les ha dado la cara y las pobres familias de los muertos, apenas comienzan su martirio que el Gobierno Federal les pueda entregar los cuerpos de sus seres queridos.
Lo que sí, es que las áreas jurídicas tienen que comenzar a moverse, porque ya empezarán los procesos legales, las denuncias, las querellas, las acusaciones y las jugosas indemnizaciones.
Por cierto, que por ahí anda rondando un abogado que viene de México sólo para aprovecharse de las familias de las víctimas; se trata de Gustavo Valdés que forma parte de una firma a nivel nacional y quien viene con todo para sacarle una buena lana al gobierno, tal y como en su momento lo hizo con las víctimas de la línea 12 del Metro en la CDMX.
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La Secretaría de Seguridad Pública Estatal, se subió al tren de los rumores que aseguraban que un infarto habría puesto en peligro la vida del ex gobernador César D. J.
De inmediato, como si se tratara de una emergencia nacional, los voceros de Gilberto Loya, sacaron un boletín desmintiendo y rechazando el presunto infarto, y hasta dijeron que mientras el rumor se difundía, Duarte recibía una visita en el Cereso de Aquiles Serdán.
Pues ya salió el peine, resulta que el martes se sintió mal y lo revisó el médico del penal, y aunque sí se le informó sobre el sangrado continuo, decidieron darle algunos medicamentos y esperar a que por un milagro lo mandarán un rato a un hospital.
Estas artimañas van dirigidas para sacar a César de la prisión, sea cual sea el pretexto, pero al parecer desde el Palacio de Gobierno, la instrucción en precisamente la contraria.
