¿A dónde huir ante el fin de la Tierra? NASA ve nueva opción y no es Marte

¿A dónde huir en caso de un apocalipsis? Esta es la pregunta que más de una persona se ha planteado al ver noticias sobre el daño que la humanidad le hace cada día a La Tierra. Contrario a las películas de ficción, que plantea la posibilidad de colonizar Marte, los científicos de la NASA analizan otro planeta del sistema solar que podría llegar a albergar vida, se trata de Venus.

Según datos recabados por Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) estadounidense, el segundo planeta del sistema solar puede estar perdiendo calor por la actividad geológica en regiones llamadas coronas.

Como la Tierra y Venus son planetas rocosos con un tamaño y una composición química similares, se supone que deberían de perder su calor interno hacia el espacio al mismo ritmo. Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo por el que Venus pierde calor, pese a que el de la Tierra es bien conocido por los expertos.

Un estudio basado en los datos recabados hace tres décadas por la misión Magallanes de la NASA da un nuevo vistazo al proceso de enfriamiento de Venus y promete dar un explicación a este fenómeno mediante el análisis de la capa superior del planeta.

Hasta el momento se sabe que la Tierra tiene un núcleo caliente que influye en la temperatura del manto circundante, el cual transporta ese calor hacia la rígida capa rocosa exterior del planeta, también conocida como litosfera. El calor se pierde en el espacio y se enfría la región superior del manto. Esto impulsa los procesos tectónicos de la superficie terrestre y mantiene el movimiento de las placas tectónicas.

En contraste, Venus carece de placas tectónicas, por lo que los científicos se preguntan desde hace años cómo pierde calor y cuáles son los procesos que moldean su superficie.

Dichas incógnitas son abordadas por el nuevo estudio de la NASA, mismo que retoma las observaciones y datos recabados por la nave espacial Magallanes durante el inicio de la década de 1990 de unos rasgos geológicos casi circulares de Venus denominados coronas.

Al medir de nuevo estas coronas mediante las imágenes obtenidas por  Magallanes, los investigadores concluyeron que estas áreas tienden a estar situadas donde la litosfera del planeta es más delgada y activa.

“Durante mucho tiempo nos hemos aferrado a la idea de que la litosfera de Venus está estancada y es gruesa, pero nuestra visión está evolucionando”, afirma en un comunicado Suzanne Smrekar, investigadora científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, que dirigió el estudio publicado en Nature Geoscience.

En resumen, los investigadores descubrieron  que las coronas en Venus son estructuras geológicas circulares con crestas y zanjas, tienen una litosfera mucho más delgada de lo que se pensaba anteriormente, con un espesor promedio de alrededor de 11 kilómetros. Esto sugiere que estas regiones tienen una actividad geológica significativa y un flujo de calor superior al promedio de la Tierra. Aunque Venus no tiene una tectónica de placas como la Tierra, las coronas están permitiendo que escape calor del interior del planeta a través de penachos flotantes de roca fundida, lo que sugiere que están activamente dando forma a la superficie del planeta.

“Aunque Venus no tiene una tectónica similar a la de la Tierra, estas regiones de litosfera delgada parecen estar dejando escapar cantidades significativas de calor, de forma similar a las zonas donde se forman nuevas placas tectónicas en el fondo marino de la Tierra”, afirma Smrekar.

Con información de SDP Noticias