Una enfermera de un hospicio de Wisconsin fue acusada de amputar el pie congelado de un hombre moribundo sin su permiso para preservarlo y exhibirlo en la tienda de taxidermia de su familia.
Mary K. Brown, de 38 años, supuestamente le cortó el pie derecho a la víctima, sin su aprobación ni el permiso de un médico el 27 de mayo, y le dijo a otra enfermera que tenía la intención de exhibirlo con un cartel que decía “pónganse las botas, niños“, según una denuncia penal obtenida por WQOW.
La víctima había sido admitida en el Centro de Salud y Rehabilitación de Valley en Spring Valley en marzo con congelación severa en ambos pies.
A fines de mayo, los médicos estaban seguros de que estaba a punto de morir y los testigos dijeron que su pie estaba necrótico y sólo estaba sujeto al resto de la pierna por la piel muerta y los tendones, según la denuncia.
Muestras de dolor
Una enfermera que estuvo presente cuando Brown supuestamente cortó el pie del hombre el 27 de mayo informó que el paciente apretó la mano con fuerza y gemía durante el procedimiento, dice la denuncia.
Después de la amputación, el hombre le dijo a otra enfermera que había sentido todo y que tenía un dolor agonizante, según el documento judicial.
Brown supuestamente le dijo a la policía que le cortó el pie al hombre para que se sintiera más cómodo. Ella dijo que es lo que hubiera querido si estuviera en su posición.
No está claro si la víctima murió o cuándo.
Despedida
El administrador y director ejecutivo de Spring Valley Senior Living and Health Care, Kevin Larson, le dijo a WQOW en un artículo publicado el viernes que Brown ya no está empleada en la instalación.
Hemos [cooperado] y continuaremos cooperando plenamente con la investigación de este asunto. La persona identificada no está empleada en nuestra comunidad”.
Brown, de Durand, fue acusada de abuso físico de una persona mayor, causando intencionalmente un gran daño corporal y caos. Se espera que comparezca ante el tribunal el 6 de diciembre, informó el medio local.
Si es declarada culpable, cada cargo conlleva una sentencia máxima de 40 años de prisión.
Con información de El Imparcial
