La gobernadora Maru Campos no deja de sorprender a la gente «con sus buenas acciones» del día, o su farol de nobleza y de santidad, aunque desde la silla del Palacio de Gobierno se comporte a veces como el mismísimo diablo.
Este martes, después de uno de sus ya tradicionales “viajes de trabajo al extranjero”, por fin se dignó a venir al estado de Chihuahua, y justo antes de ingresar al Palacio de Gobierno, Maru Campos se bajó a tomarse la selfie y ayudar a una familia que se tomaban fotos en la réplica de las Alas de la CDMX.
La señora gobernadora hasta se puso en cuclillas para fotografiarse con una niña que traía el brazo quebrado y enyesado, mientras la mamá muy contenta saludaba y agradecía el gran gesto de la mandataria.
Lo malo que esa bondad es sólo para las cámaras, mientras demuestra una gran indolencia ante los problemas de inseguridad, salud y economía, que aquejan al estado y a sus ciudadanos.
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Otro que vive de puras acciones fingidas, respuestas irónicas y hasta de ocurrencias sacadas de la manga en el preciso momento, es Luis Serrato, el sonorense y flamante coordinador del gabinete de Marus, quien ahora asegura que no se contemplan cambios recientes en el gabinete estatal.
Aunque lo diga utilizando palabras irónicas como eso de que se hable de cambios, es un mitote, la realidad, es que la guillotina viene pisándole los talones al fiscal Roberto Fierro, sobre todo por la incapacidad para capturar a José Noriel Portillo alias «El Chueco».
Gilberto Loya sería otro que está en la mira, pero tiene la ventaja de haber recorrido los últimos seis años el camino junto con Maru Campos, por lo que ya se siente como en casa, y ahí la gobernadora aplica la de “mejor, malo conocido, que bueno por conocer”, aunado a que seguramente ella no tiene a alguien de confianza para ese cargo, por lo que Gilberto Loya, sigue segurito en su encargo aunque no sirva pa´maldita la cosa.
Al otro que traen en la mira es al chavalón fresa de Enrique Rascón, y aunque sus nulos resultados como titular dela Coepi no le ayudan mucho para mantenerse en el cargo, lo que le ha afectado en mayor proporción, son los constantes ataques de Morena y de los representantes de la comunidad indígenas.
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Por si la semana se tornaba aburrida, el CEN de Morena definió que la dirigencia estatal guinda en Chihuahua, debería recaer sobre una mujer, aún y cuando la Comisión Organizadora ya había aprobado una lista de seis candidatos que estaban autorizados para participar…todos hombres.
Los “afortunados” eran, José Sarmiento, Omar Holguín, Eliel Alfredo García, Ulises García, Pedro Torres y Migue Colunga, claro, hasta antes de que se decidiera que a Chihuahua le corresponde una presidente del Comité Directivo Estatal.
Ahora el escenario cambia, y los nombres que han ido tomando fuerza, son Elena Rojo, Natalia Meneses, Brighite Granados de la Rosa, así como otros menos interesados en el cargo, como Bertha Caraveo o Teresita de Jesús.
