*El fiscal y sus metidas de patas *Los defraudados por Aras *Vialidad y los de Aras

Al fiscal general Roberto Fierro Duarte, lo sigue traicionando el subconsciente y en un resbalón, afirmó que los operativos del Ejército, Guardia Nacional y agentes estatales, en Cerocahui y en general en Urique, están enfocados en localizar al “Chueco” y los cuerpos de Paul y Armando, hermano que fueron levantados por el delincuente.

Rompiendo todos los protocolos, Roberto Fierro, asegura que los dos hermanos, ya están muertos, aún y cuando se sabe que los dos fueron privados de la libertad, con vida.

Pero no es la primera ocasión que una situación tan grave ocurre, y es que tras los hechos violentos ocurridos el pasado 20 de junio, cuando “El Chueco” mató a los dos sacerdotes jesuitas y al guía de turistas, la Fiscalía General del Estado salió a confirmar la muerte de las tres personas, el problema es que los criminales se llevaron los cuerpos.

Como lo leyó, la FGE informó sobre los asesinatos, sin contar siquiera con los cuerpos para ser entregados a sus familias, lo que, por Derechos Humanos, no debe hacerse jamás.

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“Hijos de su pinche madre”, claman los defraudados por la financiera Aras, tras nulas respuestas por parte del Gobierno del Estado, y luego de que hayan tenido que vivir una odisea peor, en las instituciones de impartición de justicia, que dentro del mismo problema con Aras.

Los manifestantes advirtieron de un plantón permanente en caso de que la gobernadora Maru Campos, los siga ignorando, pues tienen desde noviembre pidiendo una audiencia con ella y nomás no los ha recibido.

Claro, Armando Gutiérrez, el defraudador número 1 de Aras, no dio el paso final en falso, y se cercioró de liquidar los pendientes con las personas afines de la gobernadora, como lo fue Luis Villegas -dicen sus cercanos-, así como muchos otros panistas que le metieron su lana a la avaricia obvia, desmedida y de tragedia premeditada.

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¿Maquiavélicos dónde? Se preguntaron las personas que presenciaron el momento en que desde el Palacio de Gobierno, se giró la instrucción para que los agentes de vialidad retirarán las bandas amarillas que prevenían a los guiadores de que los defraudados por Aras, tenían una manifestación frente al palacio.

Los agentes recibieron un mensaje por sus radios de comunicación encriptados, y de inmediato se giró la orden para quitar las bandas amarillas y retirar el acordonamiento, permitiendo a los guiadores que circularan directo a los manifestantes.

Cómo era de esperarse, esto provocó que los conductores y los manifestantes comenzarán a decirse de cosas e insultare mutuamente, llegando casi a los golpes, todo ante la mirada de los oficiales, que no hacían absolutamente nada, pues la instrucción fue permanecer ahí sólo en caso de algo grave, lo que no incluía las broncas ni los madrazos.

Así fue como Gobierno del Estado, intentó usar a los ciudadanos comunes, para disipar la manifestación, que sobra decir, no servirá para nada, pues ya se los llevaron al baile y no hay Maru ni AMLO que pueda ayudarlos.