OCDE reduce pronóstico de PIB con caída de 10.2%

Ciudad de México.- Asumiendo que continuarán brotes locales de covid-19 esporádicos y que una vacuna no estará ampliamente disponible hasta finales de 2021, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo sus perspectivas para México. Estima que el producto interno bruto (PIB) caerá 10.2 por ciento, dejando atrás el retroceso de 7.5 por ciento estimado en junio pasado; para 2021 las proyecciones del organismo permanecen en un crecimiento de 3.0 por ciento.

De acuerdo con la revisión de las Perspectivas Económicas, China es el único país del Grupo de los Veinte (G20) en el que se prevé que el PIB aumente, debido a que el covid-19 llegó a ese país antes que en otros, al rápido control del virus y el apoyo político proporcionado para permitir un rápido repunte de la actividad económica.

En contraste, se prevé que las disminuciones del PIB en 2020 sean incluso más profundas de lo previsto anteriormente en Argentina, India, México y Sudáfrica; lo que refleja la propagación prolongada del virus, los altos niveles de pobreza e informalidad y medidas de confinamiento más estrictas durante un periodo prolongado.

Para la OCDE, el panorama está sujeto a una incertidumbre considerable y las proyecciones dependen de los supuestos sobre la propagación del coronavirus y el desarrollo de las políticas; no obstante, las estimaciones asumen que hasta finales de 2021 no habrá una vacuna ampliamente disponible y continuarán los brotes locales esporádicos, que se abordarán mediante intervenciones locales específicas en lugar de cierres nacionales.

ESTIMACIÓN INTERNACIONAL

Para la economía mundial se anticipa una caída de 4.5 por ciento en 2020 y un repunte de 5 por ciento en 2021. Aunque la previsión para este año es menor de lo esperado, no tiene precedente en la historia reciente.

Abundó que si la amenaza del covid-19 se desvanece más rápido de lo esperado, una mayor confianza puede impulsar la actividad global de manera significativa en 2021; sin embargo, un resurgimiento más fuerte del virus, o medidas de contención más estrictas, pueden reducir 2 o 3 puntos porcentuales del crecimiento global en 2021, con un mayor desempleo y un periodo prolongado de inversión débil.

En este contexto, la OCDE considera necesario mantener el apoyo a las políticas fiscal, monetaria y estructural para preservar la confianza y limitar la incertidumbre.

Indicó que si bien muchos bancos centrales han anunciado apropiadamente una mayor flexibilización de las políticas en los últimos tres meses y se están introduciendo correctamente cambios en los marcos de las políticas, para convencer a los inversionistas de que las tasas de interés se mantendrán bajas durante mucho tiempo, el apoyo a la política fiscal debe continuar en 2021.

El organismo aplaudió los anuncios recientes en muchos países de medidas fiscales adicionales, pues, dijo, el objetivo debe ser evitar un ajuste presupuestario prematuro en un momento en que las economías aún son frágiles.

PAQUETE ECONÓMICO 2021

Luego de afirmar que el paquete económico 2021 está diseñado para mantener la estabilidad macroeconómica, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, explicó que para el siguiente año la inversión en infraestructura crecerá 5 por ciento, mientras que la inversión física avanzará 8 por ciento, para tratar de contribuir a la recuperación económica, luego de una caída de 40 por ciento en este rubro entre 2013 y 2020.

Al participar en el podcast de Grupo Financiero Banorte, Yorio aseguró que en el diseño de la política económica del siguiente año se cuidó no tener desequilibrios entre el ingreso y el gasto.

“Estamos viviendo una crisis de salud, que ha implicado un confinamiento que generó una caída en la actividad económica, por lo tanto eso genera muy poco margen de maniobra para elaborar un presupuesto como los que veíamos en años anteriores”, explicó.

Consideró que la recuperación de la producción y el empleo en la industria automotriz y de la construcción, así como el T-MEC serán cruciales para la salida de la crisis, y para colocar al país como un jugador clave del comercio global.

“Probablemente México va a ser uno de los beneficiarios más importantes de la relocalización de empresas, y la certidumbre que nos da el T-MEC es muy importante”.