El diputado Víctor Manuel Sánchez Orozco (MC) aseguró que México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo, por lo que propuso reformas para establecer que en la prestación de su servicio social, cada estudiante deberá plantar un árbol en beneficio del medio ambiente.
El legislador enfatizó que los árboles desempeñan un papel crucial en la absorción de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. “Tener menos bosques significa emitir más cantidad de gases de este tipo a la atmósfera y una mayor velocidad y gravedad del cambio climático”, explicó.
Resaltó que en nuestro país, las políticas públicas se han enfocado, en su mayoría, a evitar la tala clandestina e inmoderada de árboles; por lo tanto, apuntó, faltan medidas que impliquen la reforestación continua y ayuden a frenar el calentamiento global y la disminución de la calidad y cantidad de agua, que día a día muestran sus efectos negativos para los seres humanos.
Es incuestionable que los aumentos de los niveles de contaminación afecten a todos y que las acciones para contrarrestarlos sean insuficientes, por lo que se deben implementar estrategias que ayuden a mitigar y mejorar la calidad del ambiente, expuso.
Sánchez Orozco presentó una iniciativa que reforma los artículos 24 de la Ley General de Educación y 53 y 54 de la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, en relación con el ejercicio de las profesiones en la Ciudad de México, para establecer la participación de los estudiantes y de los colegios de profesionistas, en actividades favorables al ambiente. Se turnó a la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos.
El objetivo, añadió, es que los estudiantes de los niveles medio superior y superior deberán acreditar, como requisito para poder obtener el certificado y título correspondiente, haber realizado alguna actividad en beneficio del medio ambiente como parte de su servicio social; igualmente, este será un requisito de los Colegios de Profesionistas para contribuir de forma activa en este propósito.
El diputado indicó que nuestro país cuenta con aproximadamente 64 millones de hectáreas de bosques de clima templado y selvas que abarcan el 32 por ciento del territorio nacional; 56 millones de hectáreas de matorrales y cerca de 2 millones de hectáreas de vegetación hidrófila. “Tales recursos son de gran importancia para el país desde el punto de vista social, económico y ambiental”, subrayó.
Se estima, dijo, que la remoción anual de madera es del orden de los 56 millones de m3 por año y que se utilizan más de mil 500 productos forestales no maderables. Adicionalmente, varios centros urbanos dependen en gran medida de los servicios ambientales que generan los bosques aledaños, para la protección del agua y el suelo.
Sánchez Orozco refirió que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año desaparecen aproximadamente 13 millones de hectáreas de arbolado, una superficie semejante a la de Grecia o Nicaragua.
Subrayó que las investigaciones sugieren que los países en desarrollo, que ya están tratando de superar una serie de problemas sociales, económicos y ambientales, serán los que más sufrirán a causa de los fenómenos meteorológicos extremos, más graves, y de la creciente incidencia de sequías e inundaciones.
Estas zonas, agregó, incluyen la región del Ártico, Asia (los principales deltas, Bangladesh, China, India, Pakistán) y el Pacífico, el Caribe, Asia Central, el Golfo de México, América Latina (especialmente la región andina y la Amazonia), Oriente Medio y África del Norte, la zona del Sahel y el sur de África.