*Fuga por influencias *Protesta violenta en Rectoría *Narcocorridos y las multas

La situación del hijo de la activista feminista Cata Espino, acusado de violación y actualmente prófugo de la justicia, se tornaría aún peor, pues la madre de la víctima no es cualquier persona.

Se trata de quien fuera consejera electoral en otro estado y que en Chihuahua ocupa un puesto importante en materia electoral, por lo que no sólo Cata tiene influencias como el fiscal de la zona centro Heliodoro Araiza, quien fue muy cercano a ella hace algunos ayeres y que le habría dado “el pitazo” de la broncota…

El tema es complejo y se dice que la madre de la víctima, ya está tocando puertas en la Ciudad de México para ver si le echan la mano con ubicar a Alejandro T.E. de 18 años, quien es el señalado como presunto responsable.

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Un grupo de estudiantes que tramposamente promovieron amparos para hacerse guajes y no pagar la inscripción de la UACh, se manifestaron en Rectoría y agredieron a algunos guardias, luego cerraron las puertas y dejaron atrapados a los empleados.

Aunque los reclamos contra la UACh son recurrentes debido al nulo desempeño de El Primazo, el rector Luis Rivera Campos y a los pésimos y dudosos manejos financieros, en esta ocasión la manifestación se trató de un asunto meramente político.

El contingente de cerca de 20 estudiantes de la UACh, estaba encabezado por un joven de nombre Luis David Arrieta Solís, quien recientemente estuvo en el Comité Directivo Estatal de Morena, denunciando actos partidistas en la máxima casa de estudios.

Resulta irónico que el morenista manipulado por Oscar Castrejón, se queje de actos partidistas, aún y cuando Castrejón, por medio de ese estudiante estén realizando actos de Morena manipulando grupos estudiantiles, sobretodo de quienes más lo necesitan, pues en lugar de apoyarlos, los orillan a realizar ese tipo de actos infundados.

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Otra vez se burlan del Municipio, ahora por el grupo Fuerza Regida que cínicamente los organizadores de la Feria Santa Rita, trajeron para interpretar una serie de narco corridos y apología al delito, todo por vender entradas que por cierto, arrojan cantidades millonarias al patronato.

Para los artistas que le cantan al narcotráfico, se les ha hecho deporte venir a Chihuahua a retar a las autoridades, con algunos miles de pesos que le restan a sus millonarias ganancias, le dan su limosna a la Presidencia Municipal.

Lo cierto es que en Chihuahua no existe una prohibición para interpretar narco corridos, como lo han presumido a lo largo y ancho del país, sino que, en esta ciudad, simple y sencillamente, se cobra más caro por tocarle sus canciones a los narcos y por incitar a los jóvenes a involucrarse en la vida de mentiras y de muerte del narcotráfico.