A pesar de que Miguel La Torre se ha puesto la camiseta de Morena y se le ve muy entusiasmado, incluso ignorando las críticas de sus excompañeros panistas, sí ha mostrado cierto disgusto con las decisiones que se toman dentro de su nuevo partido.
Resulta que a su bien ganada candidatura, fue totalmente ajena a la designación de la planilla de regidores, por lo que en Morena se le advirtió que no tendría mano en esa jugada.
Esto le molestó, pues en casos como el de Miguel Riggs, aunque fue una ficha de Javier Corral, no lo soporta y los obligan hasta a darse la mano.
Migue La Torre constantemente sale de sus aburridísimas reuniones, con el hígado retorcido, pero no le queda de otra más que aguantarse y esperar resultados en la contienda electoral, que, por cierto, sabe que está perdida.
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El oso lo hicieron Marisela Terrazas y Rogelio Loya, ahora que los cacharon quitando lonas del candidato de Morena, Alejandro Pérez Cuéllar, cual vándalos descuidados y cínicos.
Ahora no se trató de grillas o de chismes, sino que el vandalismo electoral fue captado por sus propias cámaras, pues no fueron vecinos ni ciudadanos ajenos a las campañas quienes grabaron el hecho, sino que fueron ellos mismos y luego lo difundieron en redes.
Aquí hay dos cuestiones ¿porque grabarse cometiendo un delito electoral? Y ¿fue plan con maña o simplemente se saben perdidos en Ciudad Juárez?
Lo cierto es que serán las autoridades electorales quienes definan lo ocurrido y determinen las sanciones porque es seguro que la denuncia procederá y que a pesar de cualquier explicación, una u otra sanción deberá ser aplicada.
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Hace unos días denunciamos en este espacio la aberrante resolución de la juez del Tribunal Superior de Justicia, Sylvia Padilla, quien dejó en libertad a un depravado sujeto que violó a una menor de 7 años.
Esa resolución fue argumentada por un error de la parte técnica del Poder Judicial y no de la parte acusadora, es decir, omitieron redactar que en la audiencia se acreditó que el sujeto “introdujo su pene en el ano de la menor”, sin embargo, se le notificó a la juez que debía corregirse el acta y agregar esa parte.
Sylvia Padilla, según la denuncia presentada por la familia de la víctima, hizo caso omiso de la petición y dejó en libertad al violador.
Ahora el hecho se repite, pues el juez Jorge Raya, acaba de dejar en libertad a otro violador, argumentando que el agresor de una pequeñita, también de 7 años, es inimputable por tener problemas mentales.
Es claro que alguien que abusa de otra persona, peor aún, de una niña, tiene que tener problemas mentales, lo que no debe ser obstáculo para que se castigue, se aplique la ley y que se haga una verdadera justica.
Para colmo, a decir de la abuela de la víctima, el juez Jorge Raya, pese a todos los elementos probatorios, le sugirió a la familia y a la víctima que aprendan a vivir con lo ocurrido y que aprendan a dejar vivir al agresor. Así las cosas en el TSJ en donde al parecer, están normalizando las violaciones contra menores de edad.
