- Científicos descubren gen de la “juventud”
Un estudio reciente realizado por la Universidad Médica Central de Rotterdam y otros centros de investigación revela por qué algunas personas parecen más jóvenes que otras. Al analizar el ADN de adultos mayores europeos holandeses, se encontró que aquellos que aparentaban tener dos años menos en realidad poseían un gen específico: el gen MC1R.
El gen MC1R, también conocido como receptor de melanocortina 1, desempeña un papel crucial en la producción de melanina, el pigmento que protege la piel de los rayos UV del sol. Este gen se encuentra en la superficie de células especializadas llamadas melanocitos, que son responsables de producir melanina.
Las variantes del gen MC1R no solo están asociadas con características como el cabello pelirrojo, la piel clara y las pecas, sino que también pueden influir en la percepción de la edad. Algunas investigaciones sugieren que ciertas variantes genéticas pueden hacer que una persona parezca más joven de lo que realmente es.
Radiación UV y Protección
La radiación ultravioleta (UV) es una forma de energía invisible proveniente del sol y otras fuentes artificiales. Se divide en tres tipos: UVA, UVB y UVC. Mientras que el UVA y el UVB pueden afectar significativamente la piel, el UVC es absorbido por la capa de ozono y no llega a la superficie terrestre.
Si bien la radiación UV puede estimular la producción de vitamina D y mejorar el estado de ánimo, también puede causar quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel y aumentar el riesgo de cáncer de piel, entre otros efectos negativos.
Para protegerse de los efectos nocivos de la radiación UV, se recomienda evitar la exposición excesiva al sol, usar ropa protectora y aplicar protector solar con un FPS adecuado. También es fundamental evitar el uso de camas de bronceado, que emiten radiación UV artificial.
Implicaciones y Futuras Investigaciones
El descubrimiento del gen MC1R no solo arroja luz sobre por qué algunas personas parecen más jóvenes, sino que también ofrece nuevas oportunidades para desarrollar terapias que mejoren la respuesta de la piel a la radiación UV. Conocer nuestra predisposición genética nos permite tomar medidas preventivas y cuidar mejor nuestra piel frente a la exposición solar.
