*Discordia en el PAN de Chihuahua *Represalias laborales en el IMSS Bienestar *Manifestación por seguridad

En los grupos de Whatsapp de los panistas circula una captura de una pelea que tuvieron Jobb Quintin y Gabo Díaz, en donde al parecer se estaban peleando cargos para gente de cada una de sus estructuras.

Lo que pudiera resultar algo normal, el asunto se salió de tono y el dirigente estatal del PAN, le dijo al juarense Jobb que mejor lo arreglaran en persona, pero al recibir un reclamo de que iría con el chisme con la gobernadora, Díaz Negrete le dijo “me la pelas bien duro pendejo”.

Supuestamente esto surgió porque el dirigente estatal le hizo ver que en Ciudad Juárez la chamba de los panistas ha dejado mucho qué desear y le están aplanando el camino a Morena, lo que desató la pelea que llegó al grado de una discusión de chamacos de secundaria.

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Los despidos en el IMSS Bienestar no son otra cosa que represalias del Gobierno Federal en contra de Chihuahua que se ha resistido a adherirse a ese programa de López Obrador.

Son cerca de 150 trabajadores de la salud que fueron despedidos, el personal administrativo del IMSS simple y llanamente, les dijeron que los corrían por culpa de Maru Campos y el MediChihuahua.

Esto despertó el enojo de los médicos y enfermeros, pero la realidad es que, son trabajadores federales, aunque los tengan operando en centros de salud estatales, pero le aventaron la pelota al Gobierno del Estado.

El tema es complicado, porque no sólo dejan sin empleo a más de 150 trabajadores, sino que dejan sin atención a miles de personas, sobre todo en la zona serrana. Así la indolencia y las represalias de Andrés Manuel López Obrador, pues sabe que la medida ha sido tomada sólo en estados que no se sumaron al IMSS Bienestar.

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Tras la ejecución del comandante custodio del Cereso de Aquiles Serdán, José Guadalupe Medrano, decenas de trabajadores de los centros penitenciarios en la ciudad, se manifestaron para exigir seguridad y mejoras en sus prestaciones.

Lo que llamó la atención de esta manifestación, es que se pudo ver el grado de la gravedad, porque Gilberto Loya abandonó la Mesa de Seguridad para ir personalmente a atender a los quejosos.

Aunque esto habla del compromiso que Gilberto Loya tiene con su personal, preocupa saber que el problema tiene magnitudes relevantes, sobre todo para la seguridad, tanto de las cárceles en el estado, como para la ciudadanía en general.

Habrá que esperar a ver a qué acuerdos llegaron y cuál será el compromiso que asuman los trabajadores de la SSPE para mantener el orden, dentro y fuera de los Cereso estatales.