Subsidio de la Conavi inflaba el precio de la vivienda

México.- Un análisis realizado por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) señala que la política de subsidios a la vivienda implementada por anteriores gobiernos, bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), generó un aumento en el precio de las propiedades adquiridas con estos apoyos en comparación con aquellas fuera de este esquema.

Según el estudio, esta situación provocó diferencias en los precios de las viviendas entre el segundo semestre de 2014 y 2016, entre aquellos acreditados con y sin estos subsidios. El informe sugiere que el programa pudo haber tenido una menor efectividad respecto a su objetivo inicial y que indujo resultados no anticipados a través de ajustes en los precios.

Estos hallazgos se divulgan en un contexto en el que la industria de la vivienda ha expresado su interés en la reactivación del esquema de subsidios, tras un período en el que el gobierno se enfocó en apoyos para mejoramiento y autoconstrucción habitacional.

Según el estudio, los objetivos del programa de subsidios de gobiernos anteriores incluían brindar apoyo económico no recuperable, en conjunto con el ahorro del solicitante y un crédito hipotecario, para facilitar la adquisición de una vivienda nueva o existente.

El programa estuvo vigente desde 2007 hasta 2019, y con el cambio de administración, el enfoque se orientó hacia apoyos para mejoramiento y autoconstrucción habitacional.

Dentro de los resultados del análisis del Infonavit, se destaca que la diferencia en los precios de adquisición de vivienda entre hogares con y sin subsidio fue en promedio del 3.7% al 6.1% del valor de la propiedad. Además, al comparar el precio de adquisición de viviendas similares, un derechohabiente del Infonavit con subsidio pagó más que uno sin el beneficio.

Los desarrolladores argumentan la necesidad de reactivar la política de subsidios, indicando que sin este apoyo es inviable edificar vivienda social, especialmente aquella por debajo de los 500,000 pesos.

Con información de Fernándo Gutiérrez | El Economista