¿Qué es la dislexia y cómo afecta a los niños y a los adultos?

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La escolarización de los niños suele ser una de las etapas más importantes de su vida, no sólo debido a que es el momento en el que comienzan a adquirir distintos conocimientos, sino también porque es una de las fases en las que es posible detectar tempranamente algunos síndromes o trastornos que podrían estar atravesando, tales como la dislexia.

En algunos casos, la falta de competencias respecto a este tipo de padecimientos puede conducir a que la persona se desenvuelva en ámbitos sociales con diversas complejidades, o no encuentre las maneras adecuadas a sí misma para resolver distintas cuestiones.

Al respecto, existen algunas señales tempranas que podrían ser indicadores de que una persona cuenta con dislexia, por lo que se aconseja tener presentes una serie de síntomas para saber cómo proceder en circunstancias como estas.

¿Qué es la dislexia?

Según la definición que proporciona Mayo Clinic, la dislexia no es una enfermedad, sino un trastorno del aprendizaje que implica tener dificultad en la lectura, debido a inconvenientes para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras (decodificación).

¿Cuáles son las causas?

Este tipo de dificultad en el aprendizaje no se debe a problemas intelectuales, de la vista o de la audición, sino que es una consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje.

Al ser un trastorno que no tiene cura, la dislexia estará presente toda la vida. Suele ser hereditaria y parece estar relacionada con ciertos genes que afectan la forma en que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje, según explica la misma entidad.

¿Cuáles son los principales síntomas de la dislexia?

La misma organización sin fines de lucro ha proporcionado una lista de síntomas que son posibles detectar en función de la edad de quienes padecen dislexia.

Antes de la escuela

  • Tarda en comenzar a hablar.
  • Aprende palabras nuevas a un ritmo lento.
  • Tiene problemas para formar palabras correctamente. Como por ejemplo, invierte los sonidos de las palabras o confunde palabras que suenan parecido.
  • Presenta dificultades para recordar o nombrar letras, números y colores.
  • Tiene problemas para aprender canciones infantiles o jugar juegos de rimas.

En edad escolar

  • Nivel de lectura muy por debajo del que se espera para su edad.
  • Problemas para procesar y comprender lo que escucha.
  • Dificultad para encontrar la palabra correcta o elaborar una respuesta a una pregunta.
  • Problemas para recordar secuencias de cosas.
  • Dificultad para ver (y, ocasionalmente, escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras.
  • Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida.
  • Dificultad para deletrear.
  • Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir.
  • Evitar actividades que requieran leer.

Adolescentes y adultos

  • Dificultad para leer, incluso para leer en voz alta.
  • Lectura y escritura lentas y trabajosas.
  • Problemas de ortografía.
  • Evitar actividades que requieran leer.
  • Mala pronunciación de nombres o palabras, o dificultad para encontrar las palabras.
  • Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir.
  • Dificultad para resumir una historia.
  • Problemas para aprender un idioma extranjero.
  • Dificultad para entender problemas matemáticos.

¿Cuándo debes consultar a un médico?

Se recomienda hablar con el proveedor de atención médica cuando los pequeños comiencen a manifestar problemas lectura que estén por debajo de lo que se espera para su edad, o si se observan otros signos de dislexia.

Cuando la dislexia no se diagnostica ni se trata, las dificultades para leer que se presentan en la infancia continúan en la edad adulta.

Con información de El Cronista