México.- Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), ha emitido una advertencia sobre los riesgos inflacionarios y la posibilidad de un prolongado período de débil crecimiento económico.
En una reunión de la Sociedad Económica y Estadística de Basilea, Carstens señaló que la política monetaria debe continuar luchando contra la inflación y prever la posibilidad de un prolongado estancamiento en el crecimiento.
Destacó que la actual fase de débil crecimiento podría intensificarse y que los formuladores de políticas deben permanecer firmes en su compromiso de completar el camino hacia la desinflación.
Factores de Riesgo: Tensiones Geopolíticas y Relajación Monetaria
El gerente del BIS alertó sobre la posible resurgencia de presiones inflacionarias si las tensiones geopolíticas aumentan, afectando los mercados de materias primas y los flujos comerciales mundiales.
Además, Carstens advirtió sobre los riesgos asociados a una relajación monetaria excesiva por parte de los mercados financieros.
Destacó que la inflación no debe volver a sus niveles objetivo con demasiada rapidez y firmeza, y que la lucha contra la inflación sigue siendo una prioridad clave. Enfatizó que la política monetaria no puede dar tregua en esta batalla.
Perspectivas Económicas y Necesidad de Reformas
Carstens destacó que, a pesar del reciente endurecimiento de la política monetaria, la actividad económica se ha mantenido sorprendentemente resistente en los últimos dos años.
Sin embargo, señaló que la senda futura debería caracterizarse por una reducción continua de la inflación, un crecimiento moderado pero estable, un debilitamiento moderado del mercado laboral y un repunte gradual del crecimiento de la productividad.
En este contexto, el exgobernador del Banco de México recomendó revitalizar la agenda de reformas estructurales para aliviar la carga sobre las políticas monetaria y fiscal y garantizar trayectorias fiscales sostenibles.
Conclusiones y Llamado a la Cautela
En conclusión, Agustín Carstens instó a no dejarse llevar por la complacencia y a prestar atención a las señales económicas.
Afirmó que los acontecimientos recientes permiten mirar el futuro con cauteloso optimismo, pero subrayó la necesidad de permanecer alerta y comprometidos en la lucha contra la inflación y el impulso de reformas estructurales para un crecimiento sostenible.
