Caso Wendy Ochoa Méndez: su esposo la asesinó y comió su corazón

El 28 de abril de 2012, la desaparición de Wendy Ochoa Méndez estremeció a la sociedad. Casi cuatro días después, las autoridades encontraron parte de sus restos, revelando un espeluznante feminicidio que conmocionó a todos.

Feminicidio brutal: El engaño y la violencia

La joven madre, Wendy, fue convencida por Jimmy Virgilio Villatoro Argüello para encontrarse en una plaza de Tuxtla. Le prometió apoyo económico para su hijo, pero una vez juntos, la situación se tornó mortal.

Jimmy la asesinó con un cuchillo y planeó deshacerse de su cuerpo, incluso considerando enterrarlo en su patio antes de optar por la macabra opción de desmembrarla y, escalofriantemente, comerse su corazón, justificándolo para evitar remordimientos.

La búsqueda y el hallazgo de restos

Los restos de Wendy fueron hallados en un mirador llamado “Los Amorosos”, en un puente sobre el Libramiento Norte Poniente de Tuxtla. La identificación fue complicada debido a las condiciones en las que se encontraban los restos, pero la madre de la víctima logró reconocerla gracias a una intervención dental hecha en su tierra natal. Un estudio de ADN confirmó la compatibilidad con Wendy. A pesar de este horroroso crimen, el tórax de la víctima nunca fue encontrado.

La justicia fallida: Amparo y libertad

Seis meses antes de su desaparición, Wendy denunció violencia intrafamiliar contra Jimmy, quien había rociado su cuerpo con combustible. Sin embargo, la Fiscalía no brindó la protección necesaria.

Aunque Jimmy fue detenido en 2012, se amparó en 2016 y obtuvo su libertad en 2019 por falta de pruebas contundentes. Solo después de la presión social logró ser vinculado a proceso por feminicidio.

El caso de Wendy Ochoa Méndez ilustra la importancia de la pronta actuación de las autoridades y el apoyo a las víctimas de violencia de género, y cómo la falta de medidas adecuadas puede tener consecuencias devastadoras.