Estados Unidos.- El crecimiento en el número de satélites en órbita está comenzando a plantear serios desafíos para la observación espacial desde la Tierra, lo que ha llevado a astrónomicos a expresar su preocupación.
Récord de Lanzamientos de Satélites
Un informe de la revista Nature destaca que en 2022 se registraron 180 lanzamientos exitosos de cohetes a órbita, marcando un aumento de 44 lanzamientos con respecto a 2021. El Índice de Objetos Lanzados al Espacio Exterior, supervisado por la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), revela que actualmente orbitan alrededor de la Tierra 8,261 satélites individuales, un incremento del 11.84% desde abril de 2021.
“Constelaciones” de Satélites: Una Preocupación Astronómica
Además del aumento en el número de satélites, varias empresas están planeando crear “constelaciones” de satélites, grupos de cientos de estos dispositivos diseñados para ofrecer servicios de comunicación móvil o banda ancha a nivel mundial. Estos satélites deben ubicarse en órbita terrestre baja, lo que genera inquietud sobre su potencial para obstaculizar las observaciones astronómicas.
Impacto en la Observación del Cielo Nocturno
Los astrónomos temen que estos satélites, especialmente los de mayor tamaño, puedan interferir significativamente con su capacidad para estudiar las estrellas y llevar a cabo la radioastronomía. En un estudio publicado en la revista Nature, un equipo internacional de científicos evaluó el impacto del prototipo de satélite BlueWalker 3 en la astronomía, descubriendo que su brillo y sus emisiones de radio podrían afectar negativamente a las observaciones astronómicas.
Desafíos y Soluciones
Los astrónomos están buscando soluciones para enfrentar este creciente desafío. Conocer la posición de estos satélites es una parte clave para evitar problemas en las observaciones, pero a medida que aumenta su número, esta tarea se vuelve más compleja. No obstante, se reconoce la importancia de las nuevas constelaciones de satélites para la mejora de la comunicación global, y se aboga por investigar estrategias de protección para los telescopios actuales y futuros que minimicen su impacto en la astronomía, sin comprometer su funcionamiento.
Con información de Publimetro México
