Las diputadas federales de Morena Clemente García y Olga Chávez, al puro estilo de su partido, se le fueron a los jalones y a los empujones a la diputada panista Rocío González.
Esto ocurrió en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados en donde la panista chihuahuense, por cierto, de tamaño diminuto, elevó una pancarta para exigir al Gobierno Federal que se ponga las pilas con el tema presupuestal.
Esto despertó la ira entre los legisladores de Morena, pero Clemente y Olga se dejaron llevar y comenzaron con la violencia verbal y física. Así es como las morenistas demuestran su finura, y es que, son muchas ya las militantes de ese partido, que se enloquecen a la menor provocación.
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Un grupo de morenistas llegó al Palacio de Gobierno y solicitaron al secretario general Santiago de la Peña, que les recibiera cien mil firmas de inconformes por la Controversia Constitucional promovida por Maru Campos.
Comandados por diputados locales guindas, llegaron con camionetas y cajas de documentos, y amablemente se les atendió y se inició el proceso de entrega de las firmas.
Mientras esto ocurría, otros morenistas comenzaron a difundir un rumor de que Maru Campos estaba desistiendo del recurso legal y que podrían retirarlo para que se diera la entrega de los libros. El rumor fue sofocado de inmediato y la sucia estrategia no les funcionó.
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La gobernadora Maru Campos al parecer ya no aguanta a quien se quedó de manera provisional en el lugar de Luis Serrato, Rafael Loera.
Dicen que el panista se la pasa organizando pachangas en oficinas institucionales, y que le anda calentando la plaza interna a la gente de Palacio.
Quienes lo conocen, le atribuyen el desmadre a su reciente divorcio, esto lo ha mantenido bastante alejado de la vida real y por el momento vive una segunda pubertad.
Así lo dejó ver en el festejo del Grito en la colonia Concordia, en donde pasado de copas, dijo lo único que no tenía que decir, “Vivan los héroes que nos dieron patria… Viva Marco Bonilla, Viva Maru Campos”.
