*La renuncia de Marcelino Gómez *Puro circo en Congreso *Otra ola de violencia

La renuncia de Marcelino Gómez ya se la habíamos adelantado en este espacio, en donde también se dijo que usaría la campaña de Adán Augusto López como pretexto para intentar salir por la puerta de enfrente.

Juan Carlos Loera, siendo su jefe en el artero atraco a las becas de los viejitos, le aceptará la renuncia sin más ni menos, como un premio por su servilismo patético, pero también para alejarlo de los juzgados, porque ambos saben las broncas legales que se les vienen encima.

El siguiente en la lista debe de ser Juan Carlos Loera, quien puede argumentar el arrodillamiento ante Adán Augusto, o bien, su aspiración por el Senado de la República o sabrá qué otra cosa pueda inventarse.
Lo que es cierto, es que sus procesos ya iniciaron, y aunque renuncien y se escondan, tarde o temprano deberán estar frente al juez.

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El encuentro entre la diputada Margarita Blackaller y Gustavo de la Rosa Hickerson, fue bochornoso, pero a la vez gracioso y ridículo.

Primero De la Rosa Hickerson acusó a Margarita, Francisco Sánchez y Bazán, de ladrones, claro está, en un sentido figurado por una decisión tomada en el Legislativo, pero poniendo gesto de terror, Blackaller arremetió exigiendo una disculpa, pues dijo que a ella nadie la llamaría ladrona.

El diputado Pichú aceptó su exceso y terminó por disculparse públicamente y reconociendo que los tres legisladores, uno del PAN, otro de MC y otro del PRI, son personas honorables, aunque claro, dejó sus dudas entorno a Omar Bazán, lo que fue tomado con risas por el resto de los diputados.

Aunque este tipo de encuentros son graciosos y entretenidos, causa preocupación porque es a lo que van hoy en día nuestros diputados al Congreso del Estado, a hacer faramallas, circo, a dar falsas caras, falsos acuerdos y hasta falsas batallas, mientras la gente sigue padeciendo las consecuencias de sus incapacidades.

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A temblar se pusieron todas las corporaciones de seguridad, tanto la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la Fiscalía General del Estado, el Ejército y la Guardia Nacional, pues saben lo que viene para la región de Guachochi.

Con la muerte del Chapo Calín, Guachochi se pintará de sangre en los próximos días, y las fuerzas del orden quedan justo en medio de la batalla, porque su chamba es darle guerra a los delincuentes por igual.

El problema está, en que esta violencia puede extenderse a otros municipios del estado, en donde la mayoría de los alcaldes han demostrado no estar del todo preparados para hacer frente a esos grados de violencia, y claro, le avienta la pelotita al Estado y la Federación.