Un calvario resultó para los más de 30 mil ciudadanos, haber ido a votar en el Presupuesto Participativo, y es que se presentaron infinidad de fallas y problemas, todas a causa de la desorganización.
Los chihuahuenses, una gran parte acarreados, tuvieron que pasar varias horas en las filas, pues no había orden ni una forma de trabajar ágil, incluso en algunos centros de votación, se colocaron varios equipos para recibir el voto, sólo una computadora para capturar los datos de los participantes.
Otras “casillas” tuvieron que abrir sus puertas a las 09:00 horas pero eso no ocurrió y eran las 10 u 11 de la mañana y seguían cerradas y con las largas filas al exterior.
Aunque fue una cifra record de votantes, pues el año pasado no llegaron a los 20 mil y ahora son más de 30 mil, ya se adelantó que las cifras se van a inflar para pintarlo como un evento exitoso y así poder opacar el calvario que sufrieron los ciudadanos, incluso dicen que pueden decir que fueron más de 40 mil los votos recibidos.
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Vaya regalo de inicio de Año Nuevo con el que sorprendió la Secretaría de Hacienda al resto de las dependencias estatales, ya que en días pasados la dirección de adquisiciones, a cargo de Pablo Ríos Villagómez, decidió de buenas a primeras borrar del sistema millones de pesos de licitaciones del sistema hacendario.
No hubo secretaría o coordinación que se salvara de la ineficiencia del servidor público que eliminó toda la información, por lo que las puso en jaque para la adquisición de diversos bienes.
El problema lo tuvieron que resolverlo todas las dependencias afectadas porque Hacienda no tuvo la capacidad reactiva para subsanarlo, así que decenas de burócratas tuvieron que cargar de nueva cuenta cada trámite para no perder sus licitaciones.
Lo lamentable del caso es que este no se trata de un simple error, ya no es la primera ocasión en la que la dirección a cargo de Pablo Ríos perjudica al resto de las áreas de la administración estatal, y pone de muy mal humor a los secretarios detener sus solicitudes o hacerlos trabajar doble.
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La presidente del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández, ha girado la orden de ocultar y negar a como dé lugar, el brote de Covid-19 que está enfermando a gran parte del personal de todas las áreas de la Ciudad Judicial.
Trabajadores aseguran que son cada vez más los burócratas que han contraído el virus, y aunque se han acercado al área de Gestión Laboral para que se tomen las medidas necesarias para evitar más contagios, se les ha ignorado completamente.
Comentan algunos afectados, que la orden de hacer caso omiso bajo el argumento de que ya no hay pandemia, salió de la propia Myriam Hernández, a quien, por lo visto, no le importan que haya un brote de Covid entre los trabajadores del Poder Judicial.
