Busca el G-7 detener el avance del petróleo ruso

El Grupo de los Siete (G-7), pretende poner en marcha un mecanismo para limitar el precio de las exportaciones de petróleo ruso antes del 5 de diciembre, día donde entran en vigor las sanciones de la Unión Europea (UE) que consisten en prohibir las importaciones marítimas de crudo ruso, dijo un alto funcionario del G-7.

“El objetivo es alinearse con el calendario que la UE ha establecido. Queremos asegurarnos que el mecanismo de limitación de precios entre en vigor al mismo tiempo”, dijo el responsable del grupo de economías industrializadas, quien pidió no ser identificado.

El G-7 mencionó el mes pasado que iba a estudiar la posibilidad de fijar un tope de precios al crudo ruso para frenar los ingresos petroleros que Moscú usa para financiar su invasión a Ucrania.

Desde entonces, se han hecho esfuerzos por incorporar a China e India, los cuales compran petróleo ruso con descuento respecto del precio de mercado.

“Ya hemos tenido noticias de varios países asiáticos que están interesados en unirse a la coalición o en entender mejor el punto en el que se fijará el precio para reforzar su mano en sus negociaciones con los rusos sobre futuros contratos”, señaló el alto cargo del G-7.

El precio fijado por el G-7 se hará público por este motivo, dijo.

China e India están interesadas en la idea de minimizar sus costos de importación de petróleo porque les preocupa el impacto presupuestario a través de los precios minoristas, a menudo subvencionados, dijo el funcionario.

Preocupa recorte de gas

En mínimo récord, confianza alemana

La confianza de los consumidores alemanes alcanzará otro mínimo histórico en agosto, ya que la preocupación por el corte de gas se suma a la paralización de las cadenas de suministro y a la guerra en Ucrania, según una encuesta realizada el miércoles.

El instituto GfK informó que su índice de sentimiento del consumidor, basado en una encuesta de 2,000 alemanes, cayó a 30.6 puntos en agosto, superando el mínimo histórico registrado apenas en julio que fue de -27.7 puntos.

Además de las preocupaciones sobre las cadenas de suministro, la guerra en Ucrania y el aumento de los costos de la energía y los alimentos, ahora hay temores de que no haya suficiente gas para cuando llegue el invierno, dijo el experto en consumo de GfK, Rolf Buerkl.

“Esto causa que la confianza del consumidor caiga en picada”.

Con información de El Economista