¿Cómo se invierte en el metaverso?

Roblox, Minecraft, Second Life, Decentraland, Axie Infinity y Star Atlas son algunas de las plataformas que permiten a sus usuarios acceder a mundos virtuales, lo que contradice la afirmación del director ejecutivo de Meta (antes Facebook), Mark Zuckerberg, acerca de que el metaverso es “el siguiente capítulo de Internet”, pues la posibilidad de acceder a estos mundos y a sus economías ocurre en el presente e incluso se puede invertir en ellos.

La diferencia básica que existe entre Roblox, Minecraft y Second Life, por un lado, y Decentraland, Axie Infinity y Star Atlas, por el otro, es que mientras que en los primeros los intercambios comerciales que se realizan en los mundos virtuales a los que es posible acceder se realizan en monedas que sólo pueden ser utilizadas dentro de esos mundos, en los segundos, las transacciones se realizan en activos virtuales que son fácilmente intercambiables por monedas más tradicionales, como el dólar.

De acuerdo con Fernando Martínez, director para las Américas del exchange de criptomonedas para inversionistas profesionales e institucionales OSL, los activos virtuales se dividen en tres categorías: los de aplicación, los de protocolo y de infraestructura. Los mundos virtuales o metaversos pueden ser creados sobre los activos virtuales de protocolo, es decir lenguajes de programación abiertos sobre los cuales es posible crear aplicaciones.

“Ethereum es una blockchain, es decir que es un protocolo. Para que tú puedas crear aplicaciones sobre Ethereum, necesitas realizar pagos con ether, que es la moneda nativa del activo virtual”, dijo Martínez.

Según Martínez, existen tres formas de invertir en los metaversos:

  1. Adquirir la acción de cualquier empresa que esté involucrada en los metaversos, como Meta o Microsoft.
  2. Adquirir monedas virtuales que formen parte del protocolo de un metaverso, como pueden ser MANA, en el caso de Decentraland; AXS de Axie Infinity o ATLAS de Star Atlas.
  3. Adquirir activos virtuales, que en su mayoría son Tokens No Fungibles (NFT), que representan tierras, naves espaciales o personajes, todos virtuales.

“Las transacciones más grandes que se han observado en Decentraland, por ejemplo, alcanzan el millón de dólares por una tierra de 16 hectáreas”, dijo Martínez, y añadió que el valor de estos activos fluctúa según la ley de la oferta y la demanda.

El directivo del exchange de criptomonedas, el mercado institucional y los family offices están mostrando apetito por la adquisición de tierras o NFT que pertenecen a metaversos como los que se han mencionado con anterioridad. La incursión de una compañía como Meta lo único que hace es enfatizar la magnitud del negocio de los metaversos que ya existen.

“Si hablamos de que Facebook, que ha llegado a estar en una capitalización superior al billón de dólares, que ellos se cambien el nombre para enfocarse en el metaverso solamente fortalece las posibilidades que los inversionistas le ven a estos mundos virtuales”, dijo.

Respecto de los problemas de fiscalización y prevención de lavado de dinero que pueden generar este tipo de mundos virtuales y activos, Martínez advierte que para su adquisición es preciso pasar por intermediarios que tienen la responsabilidad de establecer controles antilavado, además de que los usuarios deben conocer sus obligaciones respecto a las ganancias de capital en las que puedan incurrir dentro del metaverso.

Con información de El Economista