El expresidente y candidato republicano Donald Trump tiene planes para enviar “escuadrones de asesinos” a México con el objetivo de eliminar a narcotraficantes y líderes de los cárteles, de acuerdo con un informe publicado por la revista Rolling Stone. Trump, quien busca ganar las elecciones presidenciales en noviembre próximo, ha propuesto este enfoque “con o sin el apoyo del gobierno mexicano”.
En su campaña, Trump ha prometido “declarar la guerra” a los cárteles mexicanos y ha detallado medidas específicas para cumplir este objetivo. Su propuesta incluye ordenar al Pentágono el uso de fuerzas especiales y otras acciones encubiertas para atacar a los cárteles y designar a estas organizaciones como grupos terroristas.
Esta estrategia agresiva ha generado preocupación y reacciones de rechazo, especialmente por parte del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien ha calificado las propuestas de Trump como propaganda política de los conservadores estadounidenses.
El informe de Rolling Stone se basa en declaraciones de tres personas cercanas a Trump, quienes revelaron que el candidato republicano está considerando el despliegue de equipos de operaciones especiales para llevar a cabo misiones que incluyen el asesinato de líderes de cárteles y ejecutores clave de estas organizaciones. Estos escuadrones tendrían como objetivo infligir el máximo daño a la infraestructura y operaciones de los cárteles.
Además, Trump y su campaña han vinculado el manejo de la frontera sur por parte del actual presidente Joe Biden con el aumento en las muertes por opioides, especialmente el fentanilo, en Estados Unidos.
La propuesta de designar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas ha generado debate y resistencia. Por su parte, el gobierno mexicano ha dejado claro su rechazo a cualquier intervención militar extranjera en su territorio y ha reiterado la necesidad de cooperación y respeto a la soberanía nacional.
El enfoque de Trump hacia México y los cárteles representa un cambio radical en la política exterior de Estados Unidos y plantea serias implicaciones para las relaciones bilaterales y la estabilidad en la región. El resultado de las próximas elecciones presidenciales podría definir el rumbo de la política de seguridad y la lucha contra el narcotráfico en América del Norte.
