México.- La candidata oficialista a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, busca impulsar un cambio significativo en Petróleos Mexicanos (Pemex) para orientarlo hacia energías más limpias. No obstante, la enorme deuda de la empresa estatal, de 106 mil millones de dólares, se erige como un obstáculo que debe superarse para lograr una transición exitosa.
En una entrevista reciente con Bloomberg News, Sheinbaum explicó que su estrategia para revitalizar a Pemex implica refinanciar la deuda y abrir la empresa a nuevas fuentes de energía, como el litio y la infraestructura para vehículos eléctricos. Este enfoque contrasta con el énfasis en petróleo y gas que ha caracterizado el gobierno del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
El Reto de la Deuda y la Transición Energética
Pemex, la empresa petrolera estatal con mayor deuda en el mundo, enfrenta múltiples desafíos financieros y operativos. Sus problemas van desde una infraestructura obsoleta y problemas de seguridad hasta una producción de petróleo que ha caído a la mitad en dos décadas. Con una carga financiera tan pesada, la adopción de tecnologías más limpias parece una tarea monumental.
Para abordar la deuda de Pemex, Sheinbaum propone un plan de refinanciamiento, buscando liberar fondos que podrían invertirse en proyectos de energía verde. Sin embargo, analistas como Adriana Eraso, de Fitch Ratings, cuestionan la viabilidad económica de este plan, señalando que las energías renovables rara vez generan la rentabilidad de los combustibles fósiles.
El Plan de Sheinbaum para el Futuro Energético
El enfoque de Sheinbaum para Pemex implica limitar la producción de petróleo a 1,8 millones de barriles diarios, mientras se promueve el crecimiento de la energía verde. La candidata planea gastar alrededor de 13.600 millones de dólares en proyectos para aumentar la producción de energías renovables, como la eólica, solar e hidroeléctrica, y reforzar las redes de transmisión eléctrica. Además, busca involucrar a Pemex en la extracción de litio y en el desarrollo de infraestructura para vehículos eléctricos.
Esta visión puede ayudar a mejorar la reputación de Pemex, pero también plantea retos. Sheinbaum deberá abordar la deuda de la empresa y solucionar problemas estructurales antes de poder enfocarse en proyectos más ecológicos. Además, su estrategia de mantener a las empresas estatales en el centro del sector energético ha suscitado críticas, ya que podría desalentar la inversión privada.
Desafíos y Perspectivas para Sheinbaum
Aunque Sheinbaum lidera las encuestas, con una ventaja de más de 20 puntos porcentuales sobre su rival de la oposición, Xóchitl Gálvez, su enfoque hacia Pemex y el sector energético de México aún enfrenta incertidumbres. Gálvez, por ejemplo, propone una reestructuración corporativa de Pemex, con la venta de activos y la apertura del sector energético a la inversión privada.
Sheinbaum, por su parte, busca equilibrar la estabilidad de Pemex con la necesidad de avanzar hacia un futuro más sostenible. No obstante, la presión por mantener las empresas estatales como actores principales en el sector energético podría limitar las opciones para abordar los problemas financieros de Pemex.
Además, México enfrenta un déficit presupuestario significativo, lo que podría complicar la capacidad de Sheinbaum para implementar sus planes. La empresa petrolera estatal sigue dependiendo de ayudas del gobierno para mantenerse a flote, lo que sugiere que se requerirá un esfuerzo considerable para poner a Pemex en una posición financiera sólida.
La pregunta clave es cómo Sheinbaum manejará estos retos si gana las elecciones del 2 de junio. Su habilidad para navegar el delicado equilibrio entre la transición energética y la estabilidad financiera será crucial para el futuro de Pemex y del sector energético mexicano en general.
