El arte de la siesta: cómo un breve sueño puede mejorar la salud y productividad

México.- El descanso es fundamental para el bienestar humano y la productividad, y las siestas cortas han demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida. Figuras destacadas como Albert Einstein y Winston Churchill incorporaban siestas en su rutina diaria para mantenerse enérgicos y enfocados. Yereth Torres Damián, académica de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que, si bien la siesta puede ser beneficiosa, debe realizarse con ciertas precauciones para evitar efectos indeseados.

La siesta, un breve periodo de sueño durante el día, puede ofrecer ventajas cognitivas, como mejoras en la memoria a corto plazo, tiempos de reacción y estados de ánimo. Torres Damián recomienda que estas pausas no excedan los 30 minutos para evitar entrar en fases profundas del sueño, que pueden resultar en inercia del sueño, una sensación de adormecimiento al despertar. Además, se sugiere que la mejor hora para una siesta sea entre la una y las tres de la tarde, cuando la vigilia tiende a disminuir naturalmente.

Para obtener el máximo beneficio de una siesta, se deben seguir ciertas pautas. El entorno ideal debe ser cómodo, sin luz ni ruido, para evitar interrupciones. Sin embargo, la disciplina es clave para integrar la siesta en la rutina diaria de forma efectiva. Torres Damián advierte que las siestas no son adecuadas para todos, ya que podrían aumentar el riesgo cardiovascular en algunos casos.

Se ha señalado que tomar siestas con frecuencia y por periodos prolongados podría predisponer a enfermedades como el Alzheimer o demencias en adultos mayores. Esta relación podría estar asociada con la pérdida de neuronas que contienen la proteína tau, esencial para mantener un estado de vigilia. Por lo tanto, si una persona comienza a tomar siestas largas y frecuentes sin razón aparente, es aconsejable buscar la atención de un médico para descartar problemas de salud subyacentes.

En resumen, las siestas cortas y bien administradas pueden ser un poderoso aliado para la salud y la productividad, pero es fundamental respetar las recomendaciones de los expertos y ser conscientes de los posibles riesgos. La UNAM destaca que, con un uso adecuado, la siesta puede ser una práctica beneficiosa, pero la clave está en la moderación y en conocer las propias necesidades y limitaciones.