Michigan, ESTADOS UNIDOS.– Durante un discurso en Michigan, Donald Trump recurrió una vez más a la retórica degradante al llamar “animales” y “no humanos” a los inmigrantes ilegales en Estados Unidos, una táctica que ha utilizado repetidamente durante su campaña electoral.
El candidato presidencial republicano, rodeado de agentes del orden, mencionó varios casos penales que involucraban a sospechosos que se encontraban en el país de manera ilegal, enfatizando el peligro que, según él, representan para la seguridad nacional.
Trump argumentó que la violencia y el caos se apoderarían de Estados Unidos si no gana las elecciones del 5 de noviembre, usando ejemplos específicos para respaldar su afirmación.
Uno de los casos mencionados fue el de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años de Georgia, presuntamente asesinada por un inmigrante venezolano que se encontraba ilegalmente en el país. Este caso, según Trump, demuestra la peligrosidad de algunos inmigrantes ilegales.
En sus discursos, Trump a menudo retrata a los inmigrantes que cruzan la frontera con México como delincuentes que han escapado de prisiones y asilos en sus países de origen, alimentando así los crímenes violentos en Estados Unidos.
A pesar de estas afirmaciones, los datos disponibles sobre el estatus migratorio de los delincuentes son limitados, y los investigadores señalan que las personas que residen ilegalmente en Estados Unidos no cometen delitos violentos en una proporción mayor que los ciudadanos nativos, según informa Reuters.
