La ciencia detrás del placer: ¿por qué el chocolate puede generar felicidad?

Si bien la idea de que el chocolate puede mejorar el estado de ánimo es comúnmente aceptada, es crucial entender las razones científicas detrás de este fenómeno. El chocolate, derivado de las semillas tostadas y molidas del árbol Theobroma cacao, nativo de América del Sur, contiene propiedades que han sido vinculadas a la felicidad.

Al ingerir chocolate, se produce una liberación de serotonina en el cerebro, una sustancia química conocida por elevar el estado de ánimo. Además, el chocolate contiene feniletilamina, un neurotransmisor relacionado con la estimulación de la sensación de placer en el cerebro.

Otro aspecto a considerar es la capacidad del chocolate para incentivar el flujo sanguíneo, gracias a los flavanoles, compuestos químicos presentes en las versiones más oscuras del chocolate. No obstante, estas propiedades son menos pronunciadas en variedades que contienen leche o en el chocolate blanco.

Es importante señalar que, aunque el chocolate puede ayudar a estabilizar los niveles de serotonina, sus efectos son momentáneos y se necesitaría un consumo frecuente para mantener una producción constante. El riesgo de desarrollar adicción al chocolate, conocido como chocolismo, también está presente, ya que el cerebro tiende a obsesionarse con estímulos placenteros.

Si bien el antojo de chocolate puede indicar bajos niveles de serotonina, su uso como tratamiento para enfermedades mentales, como la depresión, no produce los resultados esperados. En última instancia, el chocolate puede inducir euforia, bienestar y deseo, sugiriendo necesidades básicas más allá de las alimenticias.

Con información de Glamour México y Latinoamérica