Ciudad de México.- La noticia de la desaparición del influyente creador de contenido brasileño, Carlos Henrique Pires Medeiros, conmocionó a sus más de 84,000 seguidores en Instagram y 1.8 millones de suscriptores en YouTube.
La incertidumbre rodeó su paradero después de cenar con amigos en Navidad en Itapecerica da Serra, San Pablo. Sin embargo, la angustiante realidad se reveló una semana después con el hallazgo del cuerpo del influencer enterrado en el patio trasero de la casa de unos amigos. El impacto creció aún más cuando la policía detuvo a los dueños de la casa, convirtiendo este misterio en una tragedia de proporciones inesperadas.
Sospechas de Asesinato y Consumo de Drogas: Detenidos los Dueños de la Casa
El caso, inicialmente catalogado como “homicidio por autor desconocido”, tomó un giro oscuro con la detención de un hombre de 28 años y su esposa de 24, dueños de la residencia.
La policía espera el informe de la autopsia para esclarecer si la muerte del influencer fue resultado de un asesinato o estuvo vinculada al consumo de drogas. Amigos de Henrique sugieren que podría haber sufrido un infarto por sobredosis de cocaína, y por temor a las autoridades, decidieron enterrar su cuerpo en lugar de buscar ayuda.
La investigación también se centra en determinar si hubo relaciones íntimas con una adolescente presente en la residencia, agregando un elemento complejo al caso.
Indignación y Llamados a la Justicia: Comunidad Exige Respuestas
El informe preliminar de la autopsia no reveló signos de violencia externa, puñaladas ni disparos en el cuerpo de Henrique. El comisario Luis Roberto Faria Hellmeister destacó que solo el informe final podrá determinar si la muerte fue accidental por drogas o un asesinato.
En medio de la tragedia, la comunidad expresó su indignación incendiando la residencia como clamor por justicia. El último mensaje de Henrique a su familia, deseándoles una “Feliz Navidad”, se convirtió en un desgarrador adiós.
El caso plantea interrogantes sobre la seguridad y la responsabilidad en el mundo de la influencia digital, generando un debate sobre la protección de creadores de contenido y la necesidad de respuestas claras ante tan trágicos acontecimientos.
