La visita de Xóchitl Gálvez a Juárez y Chihuahua fue todo un éxito, sobre todo porque soldó, por lo menos en Chihuahua, la parte importante de la alianza PAN, PRI, PRD, en donde las tres dirigencias se hicieron presentes y se pusieron a la orden de la senadora que se autopersive como indígena, pero que todos sabemos que es una empresaria millonaria.
Se dice que eligió este estado para iniciar su precampáña por la presidencia de la república, al tratarse de uno de los estados en donde Morena no pesa y en donde por ese motivo, pudo encabezar dos eventos repletos de militantes y acarreados…más acarreados que militantes.
En el palenque de la Feria Santa Rita, se presentaron a mostrar su apoyo y respaldo, Maru Campos, exgobernadores, diputados federales, diputados locales, alcaldes y todo el gabinete estatal y municipal. -Claro de ahí dependerá seguir conservando el hueso-.
Aunque no se prevé el mismo éxito en los eventos de Xóchitl en otros estados, con las malas decisiones que tomó AMLO con los acapulqueños, la popularidad de Sheinbaum y Morena comenzó a descender, por lo que la senadora panista vio un rayito de luz en medio de la obscuridad.
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Quienes están jugando con los dos bandos son Francisco Barrio y Gustavo Madero, ambos padrinos de Javier Corral Jurado, pero también panistas de hueso colorado, o al menos eso es lo que dicen.
Tanto Francisco Barrio como Gustavo Madero, han atacado fuertemente al gobierno de Maru Campos, y se han mostrado solidarios con Javier Corral, a pesar de todas las corruptelas, arbitrariedades, omisiones y fracasos de su gobierno que se le han “sacado a flote”.
A pesar de esto, el par de cínicos se han dicho muy activos en el apoyo a Xóchitl Gálvez, como si estuvieran buscando negociar alguna protección para Javier Corral, sobre quien pesan muchas acusaciones. Por cierto no resultaría extraño que pronto sea presentado ante un juez.
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Hasta que alguien le puso un alto a la diputada morenista Susana Prieto y sus estupideces populistas promovidas sin un verdadero estudio y sin fundamento.
Lo que llama la atención es que no fue alguien de la oposición, sino que fue el senador de Morena, Rafael Espino de la Peña, quien es uno de los guindas más discretos pero con más poder dentro del partido, sobre todo en Chihuahua.
Rafa Espino es muy cercano a López Obrador, tanto así que en varias ocasiones le ha votado en contra las iniciativas del Ejecutivo federal, sin que hasta el momento haya sufrido alguna represalia política.
Espino de la Peña expuso los peligros económicos para el país, en caso de reducir la jornada laboral, barbaridad que propone Susana Prieto y que ha estado promocionando por todo el país, como si se tratara de una obra de teatro o una telenovela.
