Advierte la ONU por impunidad “casi absoluta” en casos de desaparición forzada en México

El Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED) alertó que en México hay una impunidad casi absoluta en el combate a este crimen.

Dentro de sus observaciones finales entregadas al Estado mexicano, la comisión sostuvo que esto es un tema de suma importancia.

“(El CED) expresó su preocupación por la investigación inadecuada del alarmante número de desapariciones, con su consecuente bajo número de condenas y una impunidad casi absoluta”, indicó.

Por esto, hizo un llamado al gobierno mexicano a implementar más acciones para poder contrarrestar el incremento en las cifras de este crimen.

“Instó al Estado parte a garantizar la investigación inmediata, imparcial y exhaustiva de las denuncias de desapariciones forzadas, pero también de las desapariciones cometidas por personas o grupos que actúan sin la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado”, sentenció.

Asimismo, el CED resaltó su preocupación por la falta de recursos que se le designan a los organismos encargados de combatir este crimen.

“La limitada capacidad de investigación; el seguimiento de hipótesis de investigación basadas en prejuicios y estereotipos sobre las personas desaparecidas; y el insuficiente presupuesto asignado a las fiscalías en el ámbito federal como estatal”, expresó.

En este sentido, recomendó al Estado mexicano fortalecer a las instituciones encargadas de combatir estos crímenes.

“(Es necesario) fortalecer a la Fiscalía General de la República (FGR) y a las fiscalías estatales, particularmente a sus fiscalías especializadas en materia de desaparición, asegurando que cuenten con la asignación, continuidad en el tiempo e incremento gradual de los recursos financieros y materiales necesarios”, expuso.

Según cifras oficiales, en México hay más de 111 mil personas desaparecidas y cerca de 52 mil personas fallecidas sin identificar, muchas de las cuales son buscadas por sus familiares.

La tragedia de los desaparecidos, que se suma a una crisis forense, tomó fuerza a partir de 2006, coincidiendo con el comienzo de la llamada guerra contra el narcotráfico en México.