Mientras Helidoro Araiza sigue ocultándole a los chihuahuenses cuanta información puede, el alcalde Marco Bonilla tiene que salir de vocero para informarle a la ciudadanía, y es que, en los últimos eventos lamentables para la ciudad, ha sido Bonilla quien ha brindado información concreta y tranquilizante para los chihuahuenses, Araiza ni los mensajes de WhatsApp de los reporteros abre, ya ni porque algunos han sufrido amenazas y solo piden orientación.
Esto no ocurría con Francisco Martínez Valle, quien estaba pendiente 24/7 para informar cualquier situación, siempre anteponiendo el cuidado del debido proceso, pero ahora parece que la Fiscalía Centro, se dedica al bloque de información.
Dicen que Heliodoro Araiza tiene esa actitud porque sabe que va de paso, pues, aunque es un personaje con vasta experiencia y un excelente abogado, no está preparado para ocupar ese puesto, mucho menos poder lidiar con el violento acontecer chihuahuense.
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En el Congreso del Estado, los pasillos son poca cosa para Francisco Sánchez Villegas quien se ha pasado pavoneándose por la suspensión PROVICIONAL que recibió de un juez federal sobre el amparo que promovió en contra de los libros de texto.
A Francisco Sánchez, no le importa tanto el tema del amparo, sino el hecho de que quedó muy bien parado frente a la gobernadora, pues le secundó su decisión de mandar a bodegas los libros que afirma Sánchez, contienen ideologías comunistas que reparte López Obrador.
Ahora el diputado naranja no cabe ni en su oficina, aunque por dentro sabe que ningún juzgado federal le va a otorgar una suspensión definitiva, menos cuando 31 de los 32 estados, ya acordaron algún chanchuyo con la SEP. Chihuahua la lleva de perder.
